Quizá, si cada vez que quiero llorar,
Reprimo las ganas
Nazca en mi interior
Una criatura grotesca
Que vaya creciendo
Con cada lágrima tragada,
Que se alimente
De cada pinche nudo en mi garganta.
Que de a poco me coma por dentro,
Que se coma mi estómago,
Donde guardo tus recuerdos;
Que se coma mis venas,
Con todo y la sangre
Que aún te ofrendo;
Que se coma cada pedazo
De mi corazón podrido;
Que se coma mis ojos,
Y tu imagen en ellos plasmada;
Que se coma mi lengua,
Para no volver a decir
Ya tu nombre.
Que me coma completa,
Que acabe conmigo,
Liberando mi alma
Despostillada y enferma.
Que la criatura camine,
Bajo la luz de la luna,
Hasta que salga el sol cruel,
Que con crueldad la destruya,
Eliminando así
Cualquier rastro de mi,
De mi amor por ti
Y de mi locura.
4 comentarios:
Inquietante.
Es un texto muy bueno, aunque ciertamente resulta inquietante.
tu locura es lo que origina ese amor...
Muy buen poema, Karlita, pero como dijeron antes, inquietante. Logras transmitir angustia.
Un saludo grande :)
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