Mi blog de rarezas, lo que me pasa, lo que veo, lo que leo,
lo que escribo, lo que sueño, lo que pienso,
lo que siento, lo que hay, lo que me gusta y lo que no,
pero sobre todo mi amor por mi hijo,
entre miles de chifladuras más!

jueves, 30 de septiembre de 2010

Mundos infinitos.


Cuando yo era niña (o sea ingenua e ignorante de muchas cosas), me gustaba ponerme a imaginar que nosotros los seres humanos éramos como hormigas y que había otros seres más grandes para los que nuestro tamaño tenía la misma proporción que el de las hormigas para nosotros… pero luego pensaba que de ser así, indudablemente tendríamos que ver a esos seres o por lo menos saber de su existencia. Así que mis ideas tomaban otro rumbo y entonces imaginaba que el mundo en realidad era muy pequeño y existía dentro de algo o alguien que estaba en un mundo de tamaño “normal”, de hecho me gustaba más pensar que era dentro de un alguien… en la panza de otra persona por ejemplo. Y, de esa manera, también dentro de cada persona de este mundo había otro mundo similar al nuestro… y así se seguía, mundos y mundos dentro de cada ser humano.

Lógico que cuando crecí pues me olvidé de estas locuras y estoy segura de que no volví a pensar en eso, hasta la semana pasada que leí el primer libro de La Torre Oscura, de Stephen King, y cabe mencionar que cada vez que comienzo un libro de este señor me entusiasmo mucho. Esta ocasión no fue la excepción. Para empezar no pensaba hablar de la Torre Oscura sino hasta que terminara la saga completa (que es lo que siempre hago). Sin embargo hubo una parte del libro que me revolvió todo y me trajo de vuelta mis antiguas ideas infantiles.

Me refiero a aquello de lo que le habla el hombre de negro al pistolero, en el último capítulo. Se trata de una larga perorata sobre el universo y su tamaño, sobre el infinito. Conforme leía, fueron regresando a mi todas aquellas cosas que yo pensaba y la verdad es que sí me quedé un poco de a seis, principalmente porque supe que no soy la única en el mundo que había tenido ideas así (yupi!! ¡¡De niña no estaba tan loquita como llegué a creer!!). Me tomaré la libertad de copiar textualmente un par de párrafos para que se me pueda entender, son sólo los más significativos y que van de acuerdo a las ideas que yo tenía de pequeña.

"Si cayeras hacia el exterior, hacia el límite del universo, ¿encontrarías una cerca y carteles que indicaran CALLEJON SIN SALIDA? No. Quizás encontraras algo duro y redondeado, como el polluelo debe de ver el huevo desde el interior. Y si quebraras esa cáscara, ¿qué gigantesca y torrencial luz brillaría a través de tu agujero en el límite del espacio? ¿Atisbarías acaso por él y descubrirías que todo nuestro universo no es sino una parte de un átomo de una hoja de hierba? ¿Te verías quizás obligado a pensar que al prender fuego a una ramita estás incinerando una eternidad de eternidades? ¿Que la existencia no se yergue hacia un infinito, sino hacia una infinidad de ellos?

"Imagínate las arenas del desierto de Mohaine, que cruzaste para encontrarme, e imagínate un trillón de universos - no mundos, sino universos - encapsulados en cada grano de arena de ese desierto; y dentro de cada universo, infinidad de ellos. Nos erguimos sobre esos universos desde nuestro patético punto de observación en una hoja de hierba; con un golpe de tu bota puedes sumir en la oscuridad un billón de billones de mundos, en una cadena que nunca podrá completarse.
Pues bien, como dije, esto es sólo una parte de todo lo que dice el hombre de negro. Y, por lo que yo entendí es algo similar a mi teoría de los mundo en las panzas de la gente, sólo que King no habla de mundos, sino de universos (en eso debo reconocer que piensa más en grande que yo XD) y que dentro de la cosa más infinitesimal podría haber más universos y, así mismo, el nuestro podría estar dentro de algún otro y no ser del tamaño que nosotros creemos que es. En el epilogo, el propio Stephen King aclara que el universo del pistolero existe en el interior de una sola molécula de una hierba que se marchita en algún cósmico solar vacío.

En fin, no pude resistirme a escribir una entrada sobre eso y aquí está, sin ninguna otra finalidad que compartir con ustedes un poco de mi locura (como siempre). Ah, y del libro en sí, quizás hable luego. Que tengan un excelente fin de mes y hasta la próxima!!!

lunes, 27 de septiembre de 2010

Misericordia enferma.


Bueno, pues hace mucho que no subo ninguna de mis poesías locas ni nada por el estilo y el fin de semana estuve sacando mis viejas libretas, así que hoy dejo unos versos. Y, por cierto, aquellos que sean muy creyentes no deberían leer esto, pero si son de mente abierta, adelante. Ojalá les guste.

Nunca llaméis a alguien
A quien después no podréis aplacar
Es preferible no pedir auxilio
Si quien os ayuda
Os va a perder luego.

Hasta los ángeles tienen precio
En el putrefacto reino de Dios,
Hasta la criatura más abyecta
Puede ser obra de un dulce creador.

Hay que loar dioses
Y sacrificar corazones humanos
Para satisfacer a faraones antiguos.

Más no hay que invocar criaturas
Ni desafiar a espíritus
Porque su sangre perdida
Les ha quitado la humanidad.

Y Dios está postrado,
La Virgen con la mano en la cintura
No hay rezos que puedan ayudaros,
Más seguro es profanar sepulturas.

Por tal razón el mundo es así,
Por la fe perdida.
La cera se calienta,
Se consume más a prisa
Para dejar más almas en tinieblas
Y los demonios puedan
Comernos los sesos.

Maldito padre
Que condenasteis a vuestros hijos
A una existencia tan vil,
Os conformasteis con subir al cielo
Dejando a vuestros pobres vástago
Lentamente morir.

Con nuestra sangre os purificamos
Y vuestro cielo debería estar teñido de rojo
Pero es azul como vuestros ojos
Y pronto a pedazos se caerá
Quedando de vos sólo despojos.

Y vengaremos nuestro maldito sufrimiento
Comiéndonos a mordidas
Las alas de vuestros ángeles,
Queremos ahora ser nosotros eternos
Y dejar perdido a vos
Como hicisteis con nosotros
Cuando dejasteis de querernos.

sábado, 25 de septiembre de 2010

Un proyecto de lectura.


Lamentablemente en este país (México) el hábito de la lectura es uno de los menos populares, la mayoría de los mexicanos están sumidos en una terrible apatía respecto a los libros y a lo que estos ofrecen, pero eso sí, si les preguntas por la telenovela de las nueve o por La Academia te dan hasta los datos más insospechados. Claro que también hay quienes prefieren coger un buen libro y devorarlo antes que perder el tiempo frente al televisor (a menos que se trate de una buena peli o una excelente serie, en mi caso XD).

Hablo de esto a raíz de una entrada en el blog de una chica con la que tengo contacto porque (yo digo) que tenemos algo en común, o sea nuestro gran amor y dedicación hacia los libros. El punto es que ella tiene en mente un proyecto muy interesante (para más información pinchar aquí) que se trata acerca de los libros, claro, y difundir el hábito de la lectura en adolescentes y niños, que son a los que se les pueden inculcar los buenos hábitos aún, ya que con los adultos pues es un poco más difícil.

Ella tiene una biblioteca enorme (bueno, la he visto en foto) y propone crear una especie de taller en su propia casa (cosa que considero bastante noble y ¿por qué no decirlo? Valiente por su parte) para que los chicos vayan y escuchen historias, tomen un libro y lo lean (aunque sin llevárselo), y cosas de ese estilo. A mi se me ocurren varias actividades que se pueden realizar.

El detalle es que pues llevar a cabo una idea así no es tan simple, sí se necesitan varias cosas para que funcione; en primer lugar mucha propaganda y participación, que se una mucha gente de la manera que se pueda, aportando material, donando un libro, pasar la voz acerca de esto para que más y más personas lo hagan; quizá no abriendo su casa y prestando sus libros (se sabe que prestar los libros propios sí da un poco de cosa), pero hay mucho que se puede hacer.

Espero que alguno entre los que me lee quiera unirse, dar ideas o sugerencias, cualquier aportación es buena. Francamente me siento muy entusiasta ante esto y deseo poder apoyar a esta chica y su proyecto, porque no cualquiera se atreve a poner su granito de arena para mejorar la situación (en cualquier rubro). Así que comenten, quien quiera unirse deje su mensaje aquí o en el blog de ella (ya puse el link arriba), además de que a la derecha están todas la formas en que pueden contactarme. Un saludo y hasta la próxima!!!

jueves, 23 de septiembre de 2010

Un año más vieja.


Pues hoy es 23 de Septiembre y… adivinen!! Es mi cumple!!!! Wiiii. Bueno, se me acaba de subir el ánimo cañón por todas las felicitaciones que recibí en mi muro de facebook, está genial. Además de que mi amiga Tita me dedicó una felicitación en su blog (pushen aquí para verla XD).

La neta me pensaba aventar un post larguísimo, lleno de reflexiones y chistes negros, pero nel, ya me dio hueva y este día no quiero ponerme a escribir y escribir. Sólo puedo decir que me siento súper hiper mega contenta por tener tantos amigos y que se hayan tomado el tiempo de felicitarme. Sobre todo me siento feliz de poder disfrutar de este día junto a mi adorado Vlad, el pequeño vampiro que ilumina todos mis días.

Y dejo este video de Nirvana, esta rola me fascina y pues que mejor que entonarla bien alto para celebrar. Larga vida a mí!!!! XD


lunes, 20 de septiembre de 2010

De la muerte de Anthony al Hogar de Pony.


Ay qué dolor, qué dolor, qué pena!! Llegué a la parte trágica de la historia… sí, la muerte del dulce, dulce Anthony. Y por fin entendí lo de la caída del caballo. Mmm… pero empecemos donde me quedé, o sea, cuando Candy es adoptaba por los Andrey por orden del tío abuelo William. Y por cierto, en cuanto al apellido sigo sin saber exactamente cual es. Nuestra amiga Ana Laura, del blog EriSada, nos hizo el favor de buscar el nombre exacto de la familia en Wikipedia y encontró que es Ardlay. Yo, al escribir esta entrada y por no dejar, también lo busqué y en el mismo artículo vienen cosas diferentes: Aldrey, Ardley y Andrey. Ahora resulta que ni la wikipedia es confiable, qué horror. Así que si alguien sabe cual es el verdadero nombre de la familia y es tan amable de decírnoslo, pues será muy agradecida su aportación.

En fin. Candy es “más feliz que una alondra” (sí, así en especifico, por el nombre de un capítulo XD), ¿cómo no? sí ahora vive en la misma mansión que su adorado Anthony, así hasta yo sería más feliz que la dichosa alondra, es más, sería más feliz que toda una parvada de alondras, aunque… ¿no es un poco raro que dos enamorados vivan en la misma casa? Bueno, quizás tratándose de una casa de ese tamaño y con una jefa de familia tan estricta, pues sí resulta un poco complicado verse todo el tiempo, aún más cuando a Anthony lo mandan a vivir a la casa del campo. Además, Candy se dará cuenta de que el haber sido adoptada por una familia rica (y que en este caso sí la tratan como miembro de la familia) tal vez no constituya la mayor felicidad.

Sin embargo, eso no evitará que siga haciendo travesuras y sea rebelde, como hacer que la tía abuela la deje participar junto con los chicos en un rodeo. Lo que más me gustó fue cuando ella y Anthony se van solos de paseo, se suben al carrusel, comen salchichas, se suben a un campanario y, lo nefasto, van a que les lean las cartas, que no predicen nada bueno para el chico. Por esta razón Candy sufre y se acongoja antes de tiempo, imaginando y predisponiéndose en lo que le llegará a pasar a su adorado príncipe.

Y luego, la cacería, donde Candy es presentada como hija de la familia (ante la evidente envidia de los siempre odiosos Elisa y Neal) y… sucede el trágico accidente. Justo cuando se confiesan su amor definitivo, prometen visitar juntos la colina de Pony, ella le dice que no piensa más en el príncipe de la colina porque él, Anthony, es su verdadero amor… y ¡oh diantres! Una familia de zorros se interpone entre ellos y su felicidad, provocando que el caballo que Anthony monta, meta la pata en una de esas trampas como para osos o algo así, haciendo que el chico caiga bruscamente de cabeza al suelo y muera al instante. Lo peor es que justo antes estaba a punto de revelar quien podía ser “el príncipe de la colina”, pero no logró hacerlo y continúa el misterio ya que, evidentemente, el príncipe y Anthony no eran la misma persona.

Tras esto, la historia se opaca con el sufrimiento de la protagonista que recuerda constantemente a su fallecido amor y no hay nada que le provoque alegría. Entonces, decide regresar al Hogar de Pony, para ahí reponerse del dolor y superar dicho acontecimiento. Esto lo logra con la ayuda de los niños huérfanos y el “padre árbol” que todo lo sabe. Además de que logra salvar al orfelinato de ser destruido por el dueño de las tierras, quien le propone adoptarla, pero ella declina porque quiere dedicar su vida a cuidar a los niños del hogar. Mas la señorita Pony y la Hermana María le harán ver que ella no está preparada ni destinada para eso y, finalmente, llega George, el fiel sirviente del señor William, para llevarse a Candy a Inglaterra, donde estudiará en un colegio para señoritas, con lo cual comienza una nueva aventura.

Y, como dije al principio, creo que es esta la parte más triste de la historia, que yo recuerde. Sé que todavía faltan muchas desdichas (sobre todo en el colegio), pero ya está a punto de conocer a Terry y eso me fascina. Así que seguiré hablando aquí de Candy y sus aventuras. Un saludo y hasta la próxima!!!

sábado, 18 de septiembre de 2010

Yo no me subo a ese auto.


Si cualquier escritorzuelo hubiera creado una novela donde el “monstruo” fuera un automóvil poseído por una extraña fuerza demoniaca, quizá ni siquiera me hubiera tomado la molestia de leerla y mucho menos ver un filme basado en ella. No así tratándose de Stephen King, el renombrado Maestro del Terror, y su libro Christine.

Christine es un Plymouth Fury 1958. Es adquirido (o bueno, adquirida) por un joven llamado Arnie y entonces empiezan todas las desgracias del chico, aunque él no las ve como tales. El antiguo dueño de Christine (muerto poco después de deshacerse de ella) de alguna manera todavía vive en el auto y, a través de él, controla a Arnie. Definitivamente es una historia muy fumada que, repito, salida de cualquier otra pluma habría resultado absurda y quizás mala; pero Stephen King nos demuestra una vez más cómo de las cosas más simples él puede sacar historias macabras bien trabajadas.

Bueno, no es que Christine me haya hecho sentir mucho miedo, en realidad creo que este es el primer libro de King que no me pone la piel chinita, pero aún así me ha gustado bastante, he estado muy entretenida durante la lectura. ¿Por qué? Pues sencillamente por el ensañamiento del automóvil y su demoniaco conductor con aquellos que asesinan. No es sólo “te atropello y ya”, sino que es “te atropello, te mato y te remato. Ah, y por si queda duda, te vuelvo a pasar por encima”. Eso me pareció genial, bueno, lo que pasa es que me gustan las muertes muy violentas y sangrientas (en la ficción).

También me hizo reír mucho, sobre todo cuando la novia de Arnie está a punto de ahogarse con una hamburguesa del McDonald’s. Diablos, ese auto sí que tiene sentido del humor. El final no me fascinó, pero tampoco estuvo tan mal, por lo menos no fue uno de esos finales de “felices por siempre”, odio esos finales en libros como este, sobre todo en los libros de King.

Yo de autos no sé mucho, más bien nada (con excepción de que tienen cuatro ruedas y usan gasolina, je). Y en el libro pues sí se usa mucho el lenguaje automovilístico (o como quiera que se defina a esa terminología…), quizá alguien que sepa mucho del tema, sobre todo de autos antiguos y de colección, se sienta realmente bien leyendo Christine. Pero eso no quiere decir que una chica como yo, que ni por error sé cambiar una rueda, no entendiera de lo que se está hablando y tampoco me sentí perdida entre todo eso. Vamos, quiero decir que el hecho de que la historia a ratos se centre mucho en carros, no resulta aburrido. Aunque a veces me llegué a preguntar sí el autor me estaba dando datos reales o no, que yo supongo que sí, aunque quien sabe sí King ya sabía todo eso o tuvo que investigarlo para escribir este libro.


En cuanto a la película. Me gustó. No me súper encantó ni me enloqueció, pero no es nefasta. Para empezar es de John Carpenter (sí, ese que hizo Halloween). Claro que le cambiaron muchas cosas, demasiadas, porque pues el libro sí es bastante larguito, pero eso no impide que sea entretenida y que ponga en la pantalla la esencia de lo que es Christine. Además de que me latió que le dan su justo lugar a la música, que es otra de las cosas muy marcadas en el libro, ya que cada capítulo comienza con la letra de una canción.

En fin, ambos recomendados. El libro, mucho. La película, sólo para pasar el rato. Aunque eso sí, tengo por seguro que nunca me subiré a un auto que se llame Christine, así sea sólo porque el dueño tenga un negro sentido del humor XD. Hasta la próxima!!!

jueves, 16 de septiembre de 2010

Habitante de mi sangre…


Pues apenas me enteré de que se estrenó el nuevo video de mi querido Enrique Bunbury, titulado Los Habitantes. Es el tercer sencillo de su disco Las Consecuencias (excelente disco, altamente recomendado XD). No estoy muy segura de cuando se estrenó el video, no tiene mucho, pero como buena admiradora, pues no me podía quedar sin postearlo acá.

En este video lo vemos tal y como es (guapísimo), en imágenes de sus giras. conciertos y tras bambalinas. Simplemente… Bunbury. Confieso que esta no es mi canción favorita, pero no deja de ser muy buena y de tener una música hermosa (eso arreglos de guitarra), además de que la voz de este señor… pues está por de más decir que es todo un maestro.

Dejo la letra de la rola. Y siempre serán bienvenidos sus comentarios.

Habitante de mi sangre
Desde entonces hasta ahora
Rompí mi promesa y dicen que
Un contrato no se puede cancelar.

No fue la curiosidad
Lo que me hizo huir con ella
Razones personales
Que algún día contaré
Y en mundos más allá
O en mundos venideros
Nos echaremos de menos
O envejeceremos a la vez.

Ya no hay nada que temer
Ya no hay nada que enseñar
Se precipita mi debilidad
Hacía la noche lenta del amor.

Nómada del corazón
Vendí flores sin aroma
El aguante es importante
Y the needle and the demage done.

No hubo otra posibilidad
Lo que pasa es que me miento
Y prometo que no vuelvo
Aunque sepa que ni lo intento

Y en mundos más allá…

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Patriotismo.


No me cuadra mucho esto de las fiestas patrias, como que no estoy muy… digamos relacionada con ello (y eso que nací en este mes XD).nunca he sido muy patriota que digamos y eso de celebrar el grito, embriagarse con tequila y comer pozole, como que no me va.

Yo grito cuando veo una araña, o cuando Vladimir está a punto de caerse o tirarse algo encima, incluso sí, grito en la cama (y hablo de aspectos meramente sexuales, nada de despertar gritando de una pesadilla). Pero lógico que en ninguna de estas ocasiones mis gritos llevan las palabras ¡Viva México! El tequila… es mi bebida alcohólica favorita, seguida muy de cerca por la cerveza. Y el pozole me fascina, pero no veo la razón de esperar a que sea 16 de Septiembre para comerlo, ya que en cualquier época del año puedo servirme de un delicioso plato y pues en esta fecha mejor me abstengo.

No, definitivamente no soy muy patriota, pero eso no quiere decir que no me sienta orgullosa de ser mexicana o que no me guste mi país. Me encanta mi país, me encanta mi ciudad, sus monumentos y edificios: la Torre Latino (porque me fascinan las alturas y desde ahí se aprecia la ciudad como desde ningún otro lado), el Palacio de Bellas Artes (al que he fotografiado hasta el cansancio por dentro y por fuera), las pirámides de Teotihuacán (a las que hace mucho que no voy, pero aún así me gustan), el Ángel de la Independencia (al cual por cierto nunca he podido subir) y ¿Cómo no? el Antiguo Colegio de San Ildefonso (al que he asistido a un sinfín de exposiciones). Estos son sólo algunos y otro de mis favoritos es Coyoacán, donde el arte, la cultura y la diversidad son la principal atracción.

Definitivamente vivo en una ciudad hermosa, aunque la delincuencia esté a la orden del día (cosa bastante desagradable). Otra de las cosas que me disgusta es el pésimo gobierno (empezando por el presidente y siguiendo con los políticos corruptos), además de que México está en uno de los primeros lugares en obesidad (problema bastante grave, más allá de la estética) y de los últimos en cuanto al hábito de la lectura se refiere. No, definitivamente en vez de gastar tanto presupuesto en celebración inútil (a mi parecer) deberían ponerse a hacer algo por mejorar el país.

Vaya, la verdad es que siempre me había sentido indiferente ante todo esto y ahora sí me preocupa. Quizá también tenga que ver con esto el hecho de que ya soy madre y eso me hace ver las cosas desde otra perspectiva, finalmente este es el país donde crecerá mi hijo y me preocupa que crezca seguro y feliz.

En fin. Esta es mi peculiar forma de decir ¡Viva México! Y quizá mi única celebración sea ponerme a estudiar un poco de historia (en la que debo confesar que nunca fui muy buena) para que cuando Vladimir llegue a preguntarme sobre la independencia y la revolución pueda responderle como se debe y no con rodeos. Hasta la próxima!!!

lunes, 13 de septiembre de 2010

La parodia de una parodia.


La primera vez que me topé en una librería con el libro de Crepúsculo (hace algunos años) ni siquiera me dio por tomarlo y mirar de qué iba. Llegó a mis manaos a través de una amiga (siempre habrá amistades que serán nuestra perdición XD). Cuando leí la comparación de la tal Meyer con Anne Rice casi me da un patatús “eso es una blasfemia” pensé, pero mi indignación no impidió que me picara la curiosidad. “Es que Edward es adorable, magnífico” me decían y yo me pregunté si acaso podía ser cierto que hubiera una nueva especie de Lestat… sólo me engañaba.

Así fue como decidí darle una oportunidad al libro y lo único que pasó fue que me desilusioné, me asqueé y me arrepentí de haber gastado mi dinero en esa basura. Sentí deseos de quemarlo en la chimenea, pero como en mi casa no hay chimenea, pues tuve que quedarme con las ganas. Luego de mucho tiempo leí los otros libros para satisfacer mi curiosidad (y porque en aquél entonces andaba escasa mi biblioteca), pero tampoco me fascinaron gran cosa.

Hace alrededor de una semana, me topé con una cosa llamada Corpúsculo, una parodia peligrosa. “Genial, una sátira de la asquerosa historia de Bella Swan” me dije. Y pese a tener muchas otras prioridades en cuanto a libros se refiere, comencé a leerlo sin pensarlos dos veces. Los resultados… catastróficos.

Para empezar hay que saber qué diablos quiere decir Corpúsculo y, como mis facultades lingüísticas no abarcan esa palabra, tuve que recurrir al siempre eficaz diccionario y ahí encontré:

corpúsculo. (Del lat. corpuscŭlum, dim. de corpus, cuerpo). m. Cuerpo muy pequeño, célula, molécula, partícula, elemento. ~ elemental. m. Fís. partícula elemental.
Microsoft® Encarta® 2009. © 1993-2008 Microsoft Corporation. Reservados todos los derechos.

Lo último apareció cuando puse pegar y lo dejo sólo porque no quiero correr el riesgo de ser demandada por Microsoft.

Pero en fin, esa definición tan bonita me dejó igual y la supuesta parodia no resultó ser tan buena, ¡¡lógico!! ¿Cómo se puede parodiar algo que ya es una parodia? Porque no me van a negar que Edward Cullen es sólo un intento de vampiro, un intento muy chafa; y la imbécil de Bella… como para ahorcarla.

En Corpúsculo les cambian el nombre a los personajes y le hacen ver al lector el poco sentido que tienen las cosas en el libro de Meyer. Pero aún así no terminó de gustarme. Yo supongo que para escribir una cosa así hay que ser muy fan de aquello que estás parodiando. Además, quien lea este libro forzosamente tuvo que haber leído el original, sino muchos chistes no se entienden.

Confieso que me llegó a hacer reír un par de veces, per definitivamente yo esperaba algo mejor y una vez más me quedé con un palmo de narices. Si les fascinó Crepúsculo deben leer Corpúsculo; si lo odiaron… pues también, digo, por no dejar. Si les es indiferente entonces lean El Principito… ay bueno, es sólo una sugerencia. XD Hasta la próxima!!!

domingo, 12 de septiembre de 2010

Del establo al portal de las rosas.


Me he dado cuenta que Candy fue la culpable de que yo esperara durante muchos años de mi vida a un guapo y dulce príncipe que me trajera rosas y que estuviera locamente enamorado de mí. Pero más tarde que temprano tuve que darme cuenta de que esas cosas ya no existen. Bueno, sí hubo quien me regaló rosas (aunque nadie cultivó una que se llamara Dulce Karla XD), hubo quien cumplió todos mis caprichos y, en fin, hubo muchos sujetos; muchos muy buenos y tiernos, aunque en realidad yo siempre me fijaba en puro patán… patanes buena onda… El hecho es que nunca me tope con alguien del tipo de Anthony, todo amor y dulzura al punto de la desesperación. Aunque quizá si lo hubiera hecho no se habría ganado mi corazón, gracias a mi tendencia de ligar con puros tipos rudos.

Total, ahora que estoy viendo Candy otra vez, ahora sí sin perderme ningún detalle, me dan ganas de volver a tener 12 y portarme bien, porque ella me demuestra que a la gente buena le pasan cosas buenas y es muy feliz… jaja, ¡¡no es cierto!! Ella es buena a más no poder y siempre le están ocurriendo desgracias, quizá sea por eso que cuando las cosas buenas le suceden las disfruta mucho más y no se rinde ante las adversidades. Seguro eso es algo que nunca averiguaré por mí misma, eso de la bondad sin límites como que no me va.

¿Quién no se pondría furiosa si la familia que supuestamente la había adoptado, decide emplearla de sirvienta y además la manda a dormir en un establo? No entiendo como Candy pues soportarlo así no más. Sí, lo sé, esa es la personalidad de la monita y me imagino que una especie de lección que se intenta transmitir al espectador, pero es que me da mucho coraje. Eso sí, debo reconocer que la caricatura lograr despertar en quien la mira ese extraño sentimiento de empatía que te hace querer llorar cuando le pasa algo malo y querer gritar de alegría cuando está contenta… y enamorarte de Anthony cada vez que hace una de sus acostumbradas galanterías. Y claro, también Steve y Archie (que aún no logro descubrir si estos tres son hermanos o primos) tienen lo suyo, son caballerosos, lindos, comprensivos… un amor, bueno dos XD. En cuanto a Albert, si mal no recuerdo, el termina siendo el tío abuelo William, aunque no sé por qué lleva una vida de proscrito en el bosque.

Cuando a Candy la envían a México los Legan, le pasa de todo; desde ser maltratada por el señor García, salvar a un bebé de la muerte y a una familia entera de algo así como la esclavitud, ser entregada a unos bandoleros por García para que le perdonen la vida (aunque después se arrepiente y la rescata) y, finalmente, ser supuestamente secuestrada, aunque si hubiera tenido un poquito de sentido común se habría dado cuenta de que en realidad no estaba secuestrada, no se habría escapado, Anthony y los otros la habrían encontrado y… en fin, ¡¡no habría tenido que ir caminando hasta el portal de las rosas!! Pero, ¿la única desgracia fue tener que caminar hasta el portal de las rosas? Ah bueno, pues si el destino es tan amable de hacer que sólo dando dos pasos llegues al lugar de ensueño, pues así sí lo desafío.

Y luego, es adoptada por los Andrew (creo que sí se llaman así), como si un proceso de adopción de una niña, que supuestamente ya había sido adoptada por otra familia, no fuera más tardado y complicado que enviar una carta y ya. Ay, ojalá y las cosas en la vida real se resolvieran así de fácil. Bueno total, hasta aquí he llegado (o sea al capítulo 20, creo) y todavía me faltan como 130 capítulos por ver, así que todavía faltan muchas desgracias que soportar y lágrimas que derramar, pero no lloraré demasiado, porque creo que yo también soy más linda cuando río (de reír ¿eh? no de corriente de agua, jeje) que cuando lloro XD. Hasta la próxima!!!

viernes, 10 de septiembre de 2010

El blog de mi amiga.


A mi amiga Tita (cuyo nombre verdadero no revelaré aquí porque ella es muy quisquillosa con eso) la conocí cuando estaba en segundo año de prepa. Al principio creo que yo no le caía bien, porque siempre fui muy desmadrosa y ella era la primera de la clase, siempre poniendo atención y sacando diez. Claro que a mi también me gustaba estudiar y sacar buenas calificaciones, pero también me gustaba pelearme con los profesores y armarles bronca cuando lo creía conveniente (desde mi punto de vista XD). Además de que de vez en cuando me volaba alguna clase y me iba a fumar a la cafetería, a pesar de que estaba prohibido. De hecho fui a parar a la dirección muchas veces y al director ya ni le sorprendía verme por allí. En cambio ella seguía las reglas y nunca tenía problemas.

Pese a todo esto Tita y yo nos hicimos muy buenas amigas y lo que más nos unía era nuestro enfermizo y retorcido agrado por la sangre y los vampiros, además de la buena literatura. De ella aprendí muchas cosas y debo reconocer que gracias a su ayuda nunca me alejé mucho del “buen camino”. Luego de que salimos de la escuela procuramos seguirnos viendo, pero pues lógico que no era tan sencillo. De repente nos reunimos para tomar un café o algo así, pero no es muy seguido.

En fin, todo este preámbulo fue para hablar de su blog XD, el que tiene abandonado desde hace algún tiempo, creo que a causa de que su contrato de internet se anuló o su computadora se murió... o algo así. El punto es que ya no me he podido comunicar con ella. Cuando inició su blog, titulado La Talla 9 y Tres Cuartos, me invitó a escribir en él, lo cual no hacía con mucha frecuencia. Ahora que mi amiga está ausente, pues decidí apropiarme de él por un tiempo (desde ayer), sin descuidar Los Días Extraños, obviamente. Así que la finalidad de esta entrada es invitarlos a entrar allá y que comenten lo que escribiré.

La Talla es muy diferente de este blog mío porque lo que Tita hacía era una especie de revista, poniendo noticias de moda, cine, tele, libros, notas bizarras, etc. Procuraré seguir haciendo casi lo mismo… y otras cosas. Todo esto con el afán de que cuando mi amiga regresé al ciberespacio, no piense que soy una mala amiga porque dejé que su blog acumulara polvo y telarañas. Así que sí tienen tiempo y les llama la atención pues los espero por allá (no olviden dejar sus comentarios y/o sugerencias). La dirección se encuentra en el segundo blog roll de la derecha: “otros blogs”, pero pueden acceder dando click aquí.

Los espero y hasta la próxima!!!

miércoles, 8 de septiembre de 2010

A sus diez meses…


El fin de semana pasado Vladimir cumplió diez meses y no puedo creer que el tiempo se haya pasado tan rápido. Durante las últimas semanas ha aprendido muchas cosas y me siento muy orgullosa.

Tomar con popote: me costó un poco de trabajo que lo aprendiera, pero lo logró. Creo que es más divertido para él que el famoso “vasito entrenador”, porque este último por lo general lo avienta cada vez que intento dárselo.

Aplaudir: en su clase de estimulación temprana lo que más hacemos es cantar y, después de eso, la segunda cosa más requerida por la maestra es cantar y aplaudir (seguido de cantar y correr, cantar y brincar, etc). Entonces no se me hace raro que un día, mientras le cantaba una de las tantas ñoñas melodías de la escuela (que ya me tienen hasta el coco), comenzara a dar palmadas él solito. Pues me emocioné como no tienen idea y casi, casi me pongo a llorar. Dirán que soy una exagerada, pero es que es lindísimo verlo hacer cosas nuevas y saber que cada día va adquiriendo más control sobre sí mismo. Ahora cada vez que le digo “¡bravo!” o que canto una de las canciones que se complementan con palmadas, él se pone a aplaudir. Lo cual no sé por qué me recuerda lo que me enseñó mi maestra de psicología sobre el conductismo y Pavlov…

Despedirse: otra cosa que aprende a hacer con las manos y se lo debe más a su querida abuela/mi querida madre, que le enseñó a decir adiós abriendo y cerrando la manita. Ahora lo hace cada vez que se despide de alguien (principalmente de ella). Para él es algo nuevo, pero cuando sea mayor tendrá que aprender que las despedidas no siempre son alegres ni divertidas, lo cual no me entusiasma mucho.

Entre otras cosas que va descubriendo; como la proyección de su propia sombra en la pared, fenómeno que lo entretiene largo rato. Se queda ahí sentado viendo cómo cada movimiento que él hace tiene su réplica en la pared, para mí es muy agradable observarlo mientras esto tiene lugar.

Además ya pone más empeño en repetir las palabras que se le dicen y balbucea muchísimo. Pero lo más importante, es que en la escuela lo cambiaron a la clase de los niños un poco más grandes (los que tienen entre uno y dos años). A él le faltan dos meses para cumplir la edad que supuestamente se requiere, y sé que dos meses no son la gran cosa, pero esta situación me hace sentir la mamá más feliz y orgullosa del mundo. En esta clase ya practican lenguaje y hacen trabajos manuales con pintura y todo eso; me entusiasma mucho el hecho de que aprenda cosas nuevas y se relacione con niños tan despiertos como él.

Pues total, sólo quería compartir un poco acerca del aprendizaje de Vladimir y cómo me hace feliz; finalmente estos son sus Días Extraños. Hasta la próxima!!!

lunes, 6 de septiembre de 2010

Pesadilla Final: La Muerte de Freddy.


1990, John Waters.

La sexta película en la que vemos al guapísimo Johnny Depp, todavía muy jovencito; aquí me salto otra película, Cry Baby, porque jamás la he visto y la chica que me consigue las películas no ha podido dar con ella. Posteriormente, cuando logre tenerla en mis manos, hablaré sobre ella.

Volviendo a mi amor. Después de participar en la primera Pesadilla, hace gala de su linda cara apareciendo en esta película durante un miserable espacio de 15 segundos, sí, sólo 15 segundos. ¿y qué demonios puede hacer en 15 segundos?

Pues bien, cuando llegan a la esa casa abandonada y Spencer se tira en el sillón viejo a fumar, hay una tele descompuesta, esta se prende y aparece Depp haciendo un absurdo comercial: tiene un huevo en la mano y dice “este es tu cerebro”, luego abre el huevo y lo echa en una sartén, “este es tu cerebro cuando estás drogado”. Luego mira con mucha seriedad a la cámara y pregunta si quedaron dudas. Inmediatamente sale Freddy lo golpea con la sartén, cosa que no me agradó demasiado, para luego desplegar su raro encanto, su sarcasmo y su negro humor.

Definitivamente no me puedo extender mucho más hablando de su pequeñísima participación en este filme. Tampoco puedo poner imágenes porque esa participación no es muy destacada. Afortunadamente en Youtube encontré una parte de la película y precisamente empieza con esta escena del huevo y la sartén (sólo la pude hallar en castellano).

Mmm… hablaría un poco más de la película en sí (independientemente de que ya nada tenga que ver Johnny Depp), pero no estoy de mucho humor. Bueno, sólo diré (para los que no la han visto) que aquí Freddy supuestamente tiene un hijo, sin embargo resulta ser una hija y es la que al final termina matándolo. De cualquier manera me reí muchísimo con esta movie y digo una vez más que adoro a Freddy Krueger… aunque le haya pegado a mi novio.


sábado, 4 de septiembre de 2010

¿Por qué un vampiro necesita invitación?


Todo aquél que se precie de ser un amante de los inmortales bebedores de sangre sabrá que, según la leyenda, un vampiro no puede entrar en una casa o cualquier otro recinto sin antes ser invitado; una vez que ha entrado con invitación, puede entrar y salir libremente aún si la puerta o ventana se encuentra cerrada a su llegada. Digo esto debido a que hace alusión al libro que leí. Se titula Déjame Entrar, su autor es John Ajvide. Es un libro que tenía muchas ganas de leer desde hace tiempo y la verdad lo disfruté un montón. También quería ver la película y ya la vi, así que (como ya es costumbre mía) hablaré un poco de ambos.

Se desarrolla en la ciudad de Estocolmo, en Suecia. Oskar es un niño de doce años, tímido y siempre molestado (más bien maltratado) por sus compañeros de clase. Tiene un peculiar pasatiempo, coleccionar recortes de periódico que hablen de asesinatos. Un día conoce a Eli, se hacen amigos y luego descubre que ella es un vampiro… y algo más. Ahí es donde empieza todo el rollo. También está involucrado un asesino, que era el que le proporcionaba el alimento a la niña vampiro y termina siendo una cosa muy monstruosa. Eli aparenta tener doce años también, pero en realidad tiene unos 200.


A mi la historia me parece muy interesante. Bien contada, aunque al principio se me hizo medio complicada, sobre todo porque me confundía con los personajes secundarios (por eso de que los nombres suecos están un poco raros), pero una vez que le agarras la onda y tienes bien claro quien es quien, se te va como agua. Al menos eso fue lo que me pasó a mí. Otra cosa que fue en mi contra es que ya me habían contado casi todo lo que pasa, el secreto de Eli y el desenlace. Pero eso no impidió que me entretuviera mucho, además de que aprendí algo nuevo.

La película también me gustó, es sueca (como el autor de libro), así que no tiene esos tintes de típica película americana de vampiros. Aunque Eli no es tan bonita, pero en fin. Claro que no pusieron tooodo lo que viene en el libro, pero sí todo lo principal y más importante. No tiene los grandes efectos especiales tampoco, pero está bien hecha. Da una leve sensación… no de miedo, más bien como de… desesperación, inquietud… no sé. Es raro, pero no puedo describir muy bien cómo me hizo sentir, sin embargo puedo decir que está buena.


Retomando lo que dije al principio, me enteré de otro par de detalles de los que reconozco que no tenía conocimiento. El primero es que si el vampiro quiere entrar al mismo lugar pero por otra entrada, tiene que volver a ser invitado, si no, no podrá hacerlo. El segundo y más curioso: si no se le da permiso de entrar ¿qué pasa? De entre todos los libros que había leído sobre vampiros, nunca encontré alguno que respondiera a esta pregunta, hasta ahora. Pues resulta que no es como que haya un muro invisible o de energía psíquica en el umbral, no, al vampiro no hay nada que le impida pasar, pero una vez dentro, comienza a desangrarse por todos los poros y a sentir mucho dolor. Wow!!! Yo, que creía saberlo todo de mis adorados vampiros, me quedé de a seis.

Además, en este caso sí se trata del vampiro que si te muerde y no te mata te convierte en Nosferatu; nada de “Bebe de mí y vivirás por siempre”, nada de vampiros seductores tentándote por la inmortalidad. Aquí regresamos un poco a la esencia básica del vampirismo, aunque Eli no duerme en un ataúd, sino agazapada en una bañera; tampoco se convierte en murciélago (o cualquier otro animal); no vuela precisamente, pero trepa por superficies lisas como el hombre-araña XD y tiene una fuerza extraordinaria (si está bien alimentada). Quizá lo único que faltó, en mi opinión, fue que el autor desarrollara un poco más la historia de cómo la convirtieron; sí queda claro cómo pasó, pero no habla mucho más de su “sire”, eso me hubiera agradado.

En fin. Recomiendo mucho tanto el libro como la película, para los que gustan del tema y para los que no… pues también. Ojalá y les agrade; ya si lo leen o ven la movie, pues me platican qué les pareció. Hasta la próxima!!!

jueves, 2 de septiembre de 2010

De Las Travesuras de Candy al Príncipe de la Colina.


"Eres más linda cuando ríes, que cuando lloras"

Cuando tenía como cinco años (creo) vi por primera vez esta tierna serie de Candy. La vi con mi mamá (a ella le fascinaba desde niña). Lógico que a la edad que yo tenía en aquél entonces pues me llamaban mucho la atención los dibujitos, aunque no entendiera mucho de lo que iba la historia. Luego, cuando iba en quinto o sexto de primaria, la volvieron a transmitir y fue toda una ola de fanatismo entre las niñas de mi edad, incluso recuerdo que en la papelería vendían el álbum de estampitas y todas en el salón intercambiábamos las que teníamos repetidas. Era todo muy ñoño.

Desde aquél entonces he sentido afición por esta caricatura, aunque jamás la volvieron a dar por la tele. Sin embargo cómo olvidar al guapo Príncipe de la Colina o Anthony, cuya absurda muerte provocada por la caída de un caballo nunca logré entender; o al gallardo y simpático Terry, siempre estuve enamorada de él, aunque el muy baboso se haya quedado con la paralitica… si mal no recuerdo. No estoy muy segura de si alguna vez llegué a ver el final, pero según lo que decía en mi álbum de estampas, Candy sólo regresa al hogar de Poney y ya… así de simple.

Total. La semana pasada me trajeron la serie en DVD (wiii) y comencé a verla, otra vez con mi mamá, pero ahora con mi hermana pequeña y mi hijo incluidos (lo que pone en evidencia el paso del tiempo). Nos aventamos los seis primeros capítulos de jalón, y no es que sean muy largos, pero a la mitad del quinto ya me sentía medio EnCandylada XD. Lógico que hoy, diez años después de lo de la estampitas, veo la caricatura de otra manera; sigue gustándome (¿cómo no va a gustarme? Candy y Sailor Moon marcaron mi infancia), pero se puede decir que ahora soy un poco más objetiva.


En primer lugar la relación de Candy y Annie como que no me termina de cuadrar, bueno, no tanto la relación en sí, sino más bien las enormes dimensiones que le dan. Quizá se trata del hecho de que, ambas huérfanas, crecieron en El Hogar de Poney y por eso su amistad se hizo mucho más estrecha. No lo sé, pero sí me saca de onda que cuando adoptan a Annie, Candy sufre y llora como si la hubieran vuelto a abandonar sus padres. Se me hace un tanto exageradito.

Además, Annie es una egoísta. Los Britter (o cómo se escriba) debieron adoptar a Candy y no a ella, pero Candy no quiso para que pudieran seguir juntas; eso se me hace una vil traición y me da mucho coraje. Pero en fin, supongo de esa manera no hubiera avanzado la historia. Por otro lado pues están los Legan, si hay algo que sí recuerdo es que Elisa y Neal eran odiosos (y definitivamente no recordaba mal); mi mamá decía que yo me parecía a Elisa, pero no sé si refería al peinado (por los bucles) o al carácter… mmm… tendré que preguntarle.


Y como no puede haber una historia sin lado romántico, pues entra Anthony en escena. El siempre guapo y lindo Anthony, bueno apenas me quedé en que lo conoce en el portal de la mansión de los Audry (¿sí se llaman así?) y lo relaciona con el príncipe de la colina, pero sé que tiene dos hermanos y son geniales. Otra cosa de la que me percato ahora que soy grande (ja! Eso sonó pretencioso XD) es de lo curioso de su ropa, me gusta mucho esa moda y no sé porque cuando era chavita no me daba cuenta de esos detalles, aunque sí recuerdo perfectamente bien lo de las gaitas y la vestimenta escocesa.


Otra cosa que esta vez no pasé por alto es la irregularidad de los dibujos. Me fascinan porque dan ese aspecto de dibujos viejos (pues sí ¿verdad? Son dibujos viejos) pero muy bien hechos, aunque encontré algunos defectos. Por ejemplo en un par de ocasiones ponen a Candy demasiado cabezona, ja, su cuerpo es demasiado chico y desproporcionado, de cualquier forma son detalles que no le quitan lo lindo a la monita.

Y finalmente ¿cómo una una niña de orfelinato aprende a lazar? ¿Por qué no se abre el cráneo cuando se cae del árbol (es una altura considerable)? Y lo más importante, si yo adopto un mapache ¿entenderá cuando le hable? Lo sé, son preguntas absurdas porque estoy hablando de una caricatura, pero no pude evitar formularlas XD.


Total. Apenas empieza mi nuevo recorrido por esta entrañable historia y me propongo, cada tantos capítulos, hablar aquí un poco de ella y de mis impresiones. Ojalá que entre los que me leen haya alguien que también le guste y se entretenga con mis boberías, jeje. Un saludo y hasta la próxima!!!

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Mi Príncipe de las Tinieblas.


Para comenzar el mes quería poner uno de mis poemas, pero la verdad es que últimamente no he estado muy inspirada y mis viejas libretas andan perdidas en el infinito abismo de mis cajas de mudanza, porque todavía no las desempaco todas (eso se llama desidia, diría mi mamá, ya va a ser un año!!), pero en fin. Mi Príncipe de las Tinieblas es el título de una poesía que escribí hace algún tiempo y lo menciono porque curiosamente he soñado con ese príncipe, a saber, uno de mis viejos amores.

El sueño fue más bien una especie de pesadilla combinada con historia de amor (yo y mi absurdo romanticismo), y claro que también tuvo sus toques de acción (no la que algunos se están imaginando, no hubo sexo). Resumido, una de esas extrañas y oníricas películas inventadas por mí en mí en mi loco mundo de los sueños, donde puedo ser la protagonista o una simple espectadora. Por lo general estos sueños son inspirados por todo lo que leo antes de dormir, pero a veces tienen unos argumentos tan bizarros y complicados que yo misma me sorprendo.

En esta ocasión la cosa estuvo tan loca y rara que no la puedo sacar de mi cabeza, cabe mencionar que recuerdo casi todo lo que pasó en este sueño, lo digo porque los especialistas dicen que es casi imposible recordar los sueños por completo, pero a mi por lo general siempre se me quedan bien grabados. Ahora, sobre todo, me ha hecho recordar a este antiguo amor y lo bien que en su momento lo pasé con él. Yo creo que también me siento un poquito nostálgica.

No diré su nombre, por obvias razones y para no sentenciarme yo solita, además de que si llega a leer esto no quiero inflarle el ego ¡ja! Lo conocí cuando estaba en preparatoria (aclaro que él no iba en la misma escuela que yo) y la nuestra siempre fue una relación muy extraña. Teníamos en común el hecho de ser raros, principalmente, nuestro gusto por lo gótico y un poco la peculiar manía de sentir algo de placer ante el sufrimiento ajeno. Siempre nos la pasábamos genial juntos, hablando de nuestras cosas e intercambiando opiniones y unos cuantos besos. Nunca tuvimos una relación formal, traducción: jamás fuimos novios, pero tampoco éramos de esos “amigos con derecho”.

Yo siempre he creído que estábamos destinados a conocernos y estar juntos cuando lo necesitábamos, no cuando queríamos. Dicho de otra manera, no quedábamos para vernos, no teníamos un día para encontrarnos y tampoco hacíamos citas ni nada de eso. Cada quien hacía su vida por su lado y podían pasar meses sin saber el uno del otro. Pero de repente, un día cualquiera, nos topábamos en la calle, a veces en lugares donde era imposible saber que el otro estaría, y pasábamos unos ratos juntos. Hablábamos como si nos viéramos con frecuencia, nos besábamos un poco (no mucho) o sólo nos quedábamos abrazados y en silencio. Él tenía el cabello largo y a mi me encantaba acariciarlo recordando las líneas de Louis cuando Claudia dormía en su ataúd (véase la película Entrevista con el Vampiro) “rizando con sus diminutos dedos mi cabello”. Y es que así me sentía, como si fuéramos dos inmortales que sólo se encontraran algunas veces en la eternidad para contarse en silencio lo que han sido sus andanzas durante la noche infinita.

Sí, así de metafórica era mi vida, siempre relacionada con la sangre, la noche, el dolor… pero bah, ese tiempo ya pasó (aunque claro que ha veces que extraño mi antigua vida errante). El punto es que él era como yo y aunque nunca dijimos “te quiero” yo siempre lo consideraré uno de Los Grandes Amores de mi Vida. Por lo poco o mucho que compartimos, por el simple hecho de ser una de esas personas que no se olvidan y también ser de los pocos que coincidían tanto conmigo en mi forma de pensar.

Han pasado alrededor de dos años desde la última vez que nos vimos. Pienso que esto se debe a mi teoría de que no lo hemos necesitado (desde aquí, sólo espero que él esté muy bien). Confieso que ganas no me han faltado de llamarlo para preguntarle cómo está y quizá verlo para darnos un abrazo (besos ya no, porque ahora soy una mujer casada XD). Total, esta fue una pequeña dedicatoria a mi Príncipe de las Tinieblas; quizás un día de estos me ponga buscar mis viejas poesías y publique aquí la que mencioné. Mientras tanto un saludo y hasta la próxima!!!
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