Mi blog de rarezas, lo que me pasa, lo que veo, lo que leo,
lo que escribo, lo que sueño, lo que pienso,
lo que siento, lo que hay, lo que me gusta y lo que no,
pero sobre todo mi amor por mi hijo,
entre miles de chifladuras más!

sábado, 30 de abril de 2011

El Principito y día del niño.


¿Por qué, cuando se es niño, todo suele ser más fácil… pero también más grande? ¿Por qué tener que pasar por cosas indeseables, y no sólo poder gritar muy fuerte para que lo malo se colapse? En esto pensaba hace poco, mientras veía una de mis caricaturas favoritas de la infancia, Sailor Moon. Creo que últimamente ando de mucha añoranza. Porque sí, mientras veía a Serena transformarse en Sailor Scout y gritar como loquita para acabar con los villanos, no pude evitar ponerme a pensar en las épocas de mi vida en las que sólo debía preocuparme por la escuela, ser obediente (todo lo que podía), comer mucho dulces y ver Sailor Moon y Candy Candy.

Luego, comencé a leerle a mi niño el libro de El Principito. Es vergonzoso lo que voy a decir, pero la obra fue cosa nueva tanto para Vlad como para mí, ¡¡jamás lo había leído!! Pero en fin. Quizá haya muchas cosas del libro que todavía sean inentendibles para él, pero… ¿ya para mi? ¿Tendrá razón el autor cuando dice que los adultos no entendemos nada, que somos felices sólo si lo complicamos todo cuando en realidad las cosas son tan sencillas? Pienso que sí, que lo complejo de ‘nuestro mundo’ no se debe a otra cosa que no sea nuestro propio afán de sentirnos chingones al desembrollar nuestros propios embrollos… en la mayoría de los casos. Probablemente los niños no quieren platicar con nosotros por esas mismas complicaciones y porque “es muy aburrido estar explicándonos todo”.

Hoy es día del niño en mi país y desde antes que naciera mi Vlad, siempre me entusiasmó esta fecha, aunque yo ya no tuviera la edad para festejarla. Sin embargo era muy padre que mi mamá siempre tenía un regalo para mí y que las tías siempre seguían contándome entre los primos pequeños y no entre los mayores. Tal vez esto se deba a que todo el tiempo me estoy riendo y jugando, me siguen fascinando las caricaturas y ni hablar de comer dulces, me encantan.

Pero hoy me siento un poco mal (dolencias físicas que no tengo ganas de explicar XD), y no hicimos nada para festejar a Vlad ni a mi hermana, aunque seguro que al rato comeremos pastel. Creo que puede notarse la falta de relación en cuanto a los temas de esta entrada, pero a fin de cuentas lo que quería decir es que ser niño es hermoso y no quiero dejar de serlo nunca, aunque supongo que darme cuenta de que lo ‘esencial se oculta a mis ojos’ es una prueba de que mi infancia ha quedado muy atrás.

También quiero comentar que casi al final del libro me encontré con un fragmento (el inicio, de hecho) de una canción de mi cantante favorito, muy curioso:


La gente tiene estrellas que no son las mismas. Para los que viajan, las
estrellas son guías; para otros sólo son pequeñas lucecitas. Para los sabios las
estrellas son problemas. Para mi hombre de negocios, eran oro. Pero todas esas
estrellas se callan. Tú tendrás estrellas como nadie ha tenido...

Aunque claro que del párrafo del libro a la rola hay cambios:





Y finalmente, deseo que haya muchas oportunidades más para festejar a Vlad como él quiera y que se retrase mucho, mucho el tiempo en que deje de ser mi niño, mi bebé. Que se pasen un excelente día, tanto los niños como los no tan niños. Un beso y hasta la próxima!!!

martes, 26 de abril de 2011

Divagando, divagando…



Porque mi sangre corre por tus venas, dulce, caliente y llena de misterios. Tú, que eres mi creación, engendro de mi locura, heredero de mi impío legado, capricho de un ser superior sin nombre ni adoradores; que te aferraste a la vida para juntar las piezas de mi cordura y ponerlas junto a los restos de mi corazón. Tú, que eres mi inmortalidad, vuelcas tu energía en mí para arrancar de mi alma el sufrimiento y mantenerme en este mundo, junto a ti, hasta que puedas enfrentarte solo a él.

***
Si alguna vez el diablo se me aparece y no tiene los ojos verdes, sabré que no viene a hacer tratos conmigo, sino a arrancarme, ya la lengua, por blasfema; ya el alma; por atea; o bien, ya el corazón por haberte amado tanto aún cuando lo tenía prohibido.

***
A veces pienso que se está muriendo mi raciocinio, que ha ido decayendo y perdiendo la habilidad… de entenderse a sí mismo. Y, dentro de mi cabeza, que tristes me suenan mis propios pensamientos ya…

***
Una vez vi una especie de aparición, no sé si era un ángel o un fantasma (después de todo, según cierto poeta, esposo de cierta escritora de ciertas crónicas vampíricas ¿qué es un ángel, si no un fantasma travestido?). Y tengo la frustrante y poco consoladora certeza de que moriré ignorando qué o quién era, y qué había ido a buscar a aquél lugar.

***
Ha pasado mucho tiempo, dejé de contar los días, dejé de contar los sueños, dejé de contarlo todo. Ahora sólo plasmo trozos, de tristeza o de alegría, de mi vida, pero sólo trozos. Pedazos de mi se fueron con aquellos cuyos nombre es difícil de evocar; con besos furtivos, tiernos o apasionados, que entre cálidos alientos se robaron un poco de mi.

***
He estado escuchando canciones de Vegas, sólo para sopesar un poco todo lo que cambió y todo lo que sigue igual, condenado a no cambiar, condenado a no cambiar. Y es que es como si esas pinches canciones me amarraran al pasado, o peor, me traen el pasado al ahora y me lo clavan bien profundo… y doloroso. Ese pasado que tanto daño me hizo, ese pasado pintado de ningún color y enmarcado por canciones de Nacho diciendo “brujita me irrita la gente maldita que trata de hacerte sufrir, yo los mataría, les arrancaría la piel hasta verlos morir”. Ese pasado en el que converge mi presente, en el que se alinearon lejanas constelaciones y absurdas decisiones que fabricaron mi ahora. Ese pasado que debería de amar, pero que sin embargo detesto, aunque debo agradecerle tanto y me complazco en recordarlo simplemente para estar segura de haber aprendido algo.

***
Mi príncipe de las tinieblas ha perdido gallardía, la sedocidad de su cabello no es la misma y, en fin, se acabó la luminosidad de su rostro que tanto me seducía.

***
Mi rincón de los recuerdos se compone de detalles. Cada foto es un instante que le robo al paso del tiempo; cada canción, un fragmento de mi propia vida que puedo volver a vivir con tan solo escucharla; cada verso es un pedazo de mis locos sentimientos que, atrapado en tinta y hojas, no dejo escapar al universo.

***
Eres lo más grande que tengo, aunque tu estatura no exceda los 80 centímetros, aunque tu edad te excluya de algunas cosas, aunque tus frases no sean correctas y tus pláticas no estén llenas de referencias literarias (aún).

Para mi, tus balbuceos son más grandes e inspiradores que cualquier melodía de Beethoven o cualquier cuadro pintado por Leonardo. Para mi es perfecta tu estatura porque aún puedo acunarte entre mis brazos y la inocencia de tu edad es la alegría de mi alma.

Por lo tanto, si eres lo más grande (y más hermoso) que yo tengo por mi el resto del mindo puede perderse entre hojas secas de marihuana envueltas en papel arroz.

viernes, 22 de abril de 2011

Fantasías de Princesa.


Desde que era muy pequeña, desarrollé un gran gusto por las princesas de Disney (contrario a lo que cualquiera que haya leído esta entrada pueda imaginar). Mis películas favoritas eran La Sirenita y La Bella y la Bestia; Cenicienta y la Bella Durmiente eran como para cuando me sentía realmente ñoña; y Blanca Nieves es la única que jamás me gustó, de hecho me caía mal.

Las dos primeras las llegué a ver infinidad de veces, me sabía todas las canciones y cada argumento. Intuyo que la música fue gran influencia para que me gustaran tanto, porque estas dos películas son las que más y mejores canciones tienen. Ahora que soy una adulta (quizás no muy madura que digamos, pero sí una adulta legalmente), creo que entiendo algunas otras razones un poco más… complejas, por las que ese par en especial me hacían soñar con ser como sus protagonistas. Y hace poco, después de ver la nueva versión de Rapunzel, Enredados, me puse a pensar en esto.


La sirenita me fascinaba porque a través de ella podía ver el mar como un lugar mágico y luminoso, no como el enorme abismo oscuro y lleno de peligros que realmente es y que tanto me aterra. Además de creo que envidiaba su relación con el rey Tritón; yo nunca tuve a mi padre cerca para que me prohibiera cosas o me regañara, lo veía pocas veces y nunca se preocupó por ponerme un hasta aquí en mis desmadres. Eso le tocaba a la pobre de mi jefa, y debo confesar que pocas veces rendían frutos sus esfuerzos.


Otra cosa es que el príncipe Érick (o como se escriba) es el más guapo de todos los príncipes ¿o no? Yo digo que sí, por que, por ejemplo, el de Cenicienta (que no tengo idea de cómo se llame) es bastante insulso; y Felipe, el de La Bella Durmiente, es realmente feo. Caso aparte es el de Bella y Bestia, pero no me adelanto.


La bruja del mar es lo mejor del mundo marítimo, la adoro, tan simpática ella. Ambiciosa como ella misma claro, pero ¿quién no iba a caer en sus engaños con esas canciones tan movidas XD? ¡Y su jardín de ‘almas en desgracia’!, creo que desde entonces ya latía en mi esa vena perversa, jijiji.

Mi canción favorita es la que canta el cangrejo cuando el príncipe y Ariel salen de paseo, díganme si no es hermosa.




En cuanto a La Bella y la Bestia, bueno, creo está por encima de cualquier otra película animada (en mi lista, claro). Siempre estuve enamorada de la bestia, así, tal cual; cuando el hechizo se rompía y regresaba a su estado gallardo y principesco, dejaba de gustarme. Recientemente he pensado que esto era como el inicio de mi fascinación por otras bestias (peores), como los hombres lobo y cosas de esas. Incluso he terminado por darme cuenta de que mi fijación se ha convertido en fantasía… pero sexual. Creo que en otra ocasión hablaré de eso.


El tal Gastón siempre me causó repulsión, odio a las personas egocéntricas y engreídas que, además son ignorantes y huecas. Porque digo, si vas a ser un creído por lo menos deberías ser un poco culto y tener con que defenderte de las agresiones (verbalmente, sin músculos de por medio). Pero, los que no más son insoportables porque sí, realmente caen muy pero muy mal. Y la maldad mal enfocada de este personaje tampoco me caía muy en gracia.


He de confesar que no puedo elegir una escena o alguna parte de la película en especial que me guste más que las de más (aunque como envidié siempre esa biblioteca enorme), pero supongo que no es de sorprenderse que todas las apariciones de la bestia me llenen de sensaciones y suspiros. Como su ira irreprimible al ordenarle a Bella que lo acompañe a cenar y el brinco enorme que pega cuando le informan que “no vendrá”, luego va y aporrea la puerta… pero lo raro es que la puerta no se rompe ni nada; y eso que estamos hablando de que la fuerza de la creatura era extraordinaria. Creo que las puertas de esos castillos las hacían muy resistentes.

Y por supuesto que está la parte más triste: cuando Gastón (una vez que invadió el castillo) lo encuentra todo melancólico y la Bestia… simplemente decide no defenderse. Ya nada vale la pena… aunque creo que sí es muy tirado al drama XD Después de todo ¿para qué romper el hechizo si como bestia estaba perfecto?, así por lo menos Bella estaba segura de que nunca sería comida por los lobos. De haber sido yo, habría dejado que cayera el último pétalo de la rosa…

Y no, tampoco puedo elegir una canción favorita, todas son bellísimas; aunque creo que esta es la más espectacular:









Y creo que ahora sí me debrayé de más, y sólo puedo concluir diciendo que casi estoy segura de que no importa cuantos años pasen (ni qué pase en esos años), lo más probable es que, si llego a vieja (digo ‘si’ por eso de que siempre he querido aplicar la “vive rápido, muere joven y deja un cuerpo hermoso”), bueno, si llego lo haré viendo La Sirenita y La Bella y La Bestia, recordando que ellas me han acompañado desde mi más tierna e inocente infancia... ¡¡y también seguiré cantando las canciones!!, faltaba más. Hasta la próxima!!!

miércoles, 20 de abril de 2011

Un Sherlock Holmes a la mexicana.


Este libro cayó en mis manos por casualidad (hace mucho, mucho tiempo… bueno, como cinco años), pero jamás lo leí y quedó en el olvido. Otra vez por casualidad, hace poco tiempo, di con él entre el cúmulo de desorden que es mi biblioteca y de nuevo no me dieron ganas de leerlo. La contraportada no me decía realmente nada, entonces me fui a la solapita esa donde por lo general te hablan del autor; y la información iba de que si el tal Emmanuel Matta nació en tal fecha y en tal lugar y que fue cantante de ópera, hasta que plaff, un sospechoso accidente lo dejó discapacitado y entonces se dedicó a resolver misterios en el bar La Ópera.

Lo de los misterios me llamó la atención y fue lo que finalmente me hizo tomar la decisión de leer la novela, pero en cuanto a lo que dice de el autor y de que él mismo sea el protagonista de todos los casos y, por lo tanto, el que los resuelve, no tengo idea de hasta que punto sea cierto; peor aún porque busqué información en internet y no encontré nada de gran ayuda, sólo pude encontrar una entrada de un blog (este) donde se dice que el nombre es un pseudónimo utilizado por Carlos Fuentes o quizá Gabriel García Márquez, pero que nadie sabe quien es en realidad Emmanuel Matta (si alguien sabe, ¿puede hacerme el favor de sacarme de mi ignorancia?).

Pero en fin, pasando directamente al libro. Puedo presumir que es uno de lo que he terminado en menos cantidad de tiempo durante las últimas fechas (una semana, que tampoco es que sea muy loable, pero es lo mejor que puedo lograr desde que me convertí en abnegada madre y ama de casa). Como sea, consta de seis historias que se desarrollan en los años mil novecientos treinta y algo y cuarenta y algo..; en cada una de las aventuras, las ‘victimas’ o la policía vienen al señor Emmanuel Matta para que les ayude a resolver tal o cual caso.

Él, por su lado, impedido para moverse y para hacer el trabajo de campo, se apoya en dos ayudantes sumamente leales (y cuya homosexualidad no es del todo bien vista durante aquellas épocas), limitándose a realizar el trabajo inductivo y deductivo y a ver la vida pasar en La Ópera (como ya había mencionado), observando todo con ojo critico y comiéndose todo lo que se pueda, eso sí, sin animo de caer en el pecado de la gula, sino disfrutando casi religiosamente de platillos típicamente mexicanos.

Un personaje carente de la audacia y temeridad que caracterizan a aquél creado por Sir Arthur Conan Doyle (sí, ese tal Holmes que es uno de mis amores ficticios y con el que no pude evitar comparar al ‘detective´ de esta entrada), pero dotado con la mima perspicacia. Bastante reservado y un tanto intolerante, aunque muy capaz de sacar en claro hasta el más turbio de los asuntos.

Creo que lo mejor de la novela es lo bien lograda que está, y no porque al resolver los casos uno diga “vaya, pero si todo estaba muy claro desde el principio”, como suele ocurrir con los casos del amigo de Watson; sino porque el lector es prácticamente capaz de respirar la atmósfera y sentirse dentro de la propia historia, o por lo menos eso me pasó a mí. Además de que claro, tiene sus momentos divertidos y, en general, no resulta aburrido, es más bien bastante ameno.

Y el veredicto final es que me ha gustado y lo recomiendo, aunque no esperen una joya de la literatura. Y, si les interesa, de verme obligada a elegir entre Sherlock y Matta, por descontado me quedo con el primero (aunque sea un heroinómano y fumador de opio… creo que eso lo hace aún más interesante XD). Los quiero y hasta la próxima!!!

lunes, 18 de abril de 2011

Si Shakespeare hubiera sido gnomo…


…a mi habría gustado ser una suricata, pero… nada tiene que ver una cosa con la otra ¿verdad? Lo que pasa es que no puedo acostumbrarme a ponerle a mis entradas el titulo especifico del libro o la película o lo que sea de lo que voy a hablar (no me pregunten razones). Y es que esta vez… bueno hace varios días, pero es que siempre me tardo mucho en escribir de las películas que veo, y de hecho no escribo de todas las que veo (no tengo tanta paciencia… además de que algunas ni valen la pena XD). Pero ¡rayos! Otra vez me alejo del tema a tratar, ando muy ‘divagante’ últimamente…

Como iba diciendo, la última visita al cine fue para ver Gnomeo y Julieta, ya con el nombrecito uno como que presiente de lo que va a tratar ¿no? Otra adaptación más de la ya RE contada, RE escuchada, RE leída, RE vista y RE sabida historia de amor escrita por el inglés William Shakespeare, pero ahora en versión duende… ah no, gnomo (bueno, es que se parecen).

Lo mismo, clanes de gnomos en diferentes jardines, unos azules (los Montesco) y otros rojos (los Capuleto), que se la pasan peleando por ver quién tiene las flores más bonitas y quién le hace más maldades a los otros. El gnomo galán se enamora de la gnomo sobreprotegida y se quieren rebelar para defender su amor, pero el odio entre ambas familias está tan grueso que se las ven difíciles y al final… ¡¡nooo!! No les digo qué pasa al final porque, aunque crean que ya lo saben, la verdad es que le dan (como dicen por ahí) una vuelta de tuerca que resulta ser bastante bien recibida por los espectadores que, obviamente, esperaban ver lo de siempre, tragedia. Pero creo que en una película para niños siempre tiene que haber final feliz XD


Lo que más me gustó fue Nanette, la rana mejor amiga de Julieta, indiscreta y escandalosa pero muy leal. También un flamenco rosa (que no tengo idea de cómo se llame) que había vivido olvidado en un cobertizo durante muchos años y que al ser liberado, por casualidad, la emoción lo hace tan indiscreto como la rana, pero es bastante divertido. Ah, y también la banda sonora me agradó.

Película palomera, claro, para verla con los peques (yo solita no la habría visto por nada), muy colorida y simpática. Y al final no puedo dejar de imaginarme a un Shakespeare de porcelana y con gorrito puntiagudo… que bizarro!! Excelente inicio de semana y hasta la próxima!!!

viernes, 15 de abril de 2011

Los trabajos de Vlad.


Otra vez son vacaciones, aunque la verdad ahora sí creo que ni la maestra ni nosotros nos las merecemos porque este mes trabajamos requete bien poquito (cuatro días de clase en toda la quincena!!). Eso no me late, pero en fin; adelanto la sección y les muestro las obras de arte de mi bebé.

Como esta vez el número de trabajos a presumir es reducido, los pongo un poco más grandes para que se aprecien mejor:


Un changuito muy rayado porque mi niño insistió en hacerlo prácticamente solo.


Un llave que no sé que tiene que ver con los animales.


Un “caracol, caracol saca tus cuernos al sol”… o algo así iba la canción.


Y por último una hormiga muy patona (sí, es un ahormiga XD).

Sin dudas, cada día me enorgullezco más de mi pequeño vampiro, está aprendiendo tantas cosas… y está creciendo tanto!! Y creo que en la foto de hasta arriba se nota el entusiasmo y concentración con los que se pone a pintar (así es para todo).

Me despido y les dejo abrazos. Hasta la próxima!!!

miércoles, 13 de abril de 2011

Cuando te vayas.

Esta mañana te despertaste y me gritaste ‘mamá’ al no sentirme a tu lado, y yo, que llevo meses ya escuchándote decir esa palabra, no puedo evitar emocionarme cada vez que la oigo salir de tu boca. Gustosa y presurosa acudí a tu llamado, llegué y te encontré ahí sentado, con los ojos soñolientos y los chinos alborotados. Entonces sentí, que el mundo podría pararse a mí alrededor, porque yo, perdida en tu mirada, me olvido de todas mis desgracias. Y es que tú me recuerdas día a día, que si vale la pena seguir viviendo esta vida, es porque la ilumina tu dulce sonrisa. Y te abracé y te besé, y tus manos acariciando mi rostro son el más bello regalo que el mundo puede darme; este mundo tan lleno de maldad y tristeza, tan hostil y tan siniestro, que si no te hace sucumbir a su engaño de vida, terminas derramando tu sangre y perdiéndote en la agonía. Pero tú, tú en este horrible mundo eres lo único perfecto, y también aquél ángel que se fue volando, (probablemente al ver la oscuridad de mi alma) y que seguramente jamás ha de volver; pero tú más, porque de maldad y engaño no sabes nada, porque tus tristezas puedo curarlas abrazándote a mi pecho y arrullándote en mis brazos, porque no adoras a ningún cruel dios ni pones tu fe en absurdas religiones; eres perfecto porque aún eres sólo para mí. Aunque sé que un día te irás, tal vez cuando quieras intentar cambiar al mundo o cuando te des cuenta de que a pesar de todo lo malo, tú también puedes encontrar la perfección en él. Y entonces, me sumiré otra vez en esa oscuridad de la que tu llanto me sacó.

lunes, 11 de abril de 2011

Versos libertinos.


Cuando iba en prepa (y me gustaba burlarme de todo y de todos… más que ahora) leí un curioso libro llamado Jardín de Venus, ¿el autor? Félix María de Samaniego. ¿De qué iba? de cuentos picarescos, medio eróticos y muy pero muy divertidos. Los cuentos estaban escritos en versos y a mí me hicieron pasar unos ratos buenísimos.

Uno especial me hizo reír como loca, y más tarda que perezosa (expresión usada para decir que lo hice rápidamente XD), se lo leí a todas mis amigas… y a todo aquél que se dejara.

Hace poco y sin una razón de peso para ello, me acordé de dicho cuento y busqué el mencionado libro. No leí la obra completa, pero sí me volví a reír (y ¿por qué no? A recordar con algo de nostalgia aquellos años de mundana diversión), volviendo a leer El Cuervo, y como no soy envidiosa, helo aquí:

En un carro manchego
Caminaba una moza inocentona
De gallarda persona
Propia para inspirar lascivo fuego.
El mayoral del carro era Farruco,
De Galicia fornido mameluco,
El que, en cualquier atasco, daba asombro
Verle sacar mulas y carro al hombro.
Un colchón a la moza daba asiento,
Porque el mal movimiento
Del carro algún chichón no levante.
Lector, es importante,
Referir y tener en la memoria
La menor circunstancia,
Para que, por olvido o ignorancia,
La verdad no se olvide de esta historia.
Yendo así caminando,
Vieron un cuervo grande que, volando,
A veces en el aire se cernía
Y otras el vuelo al carro dirigía.
-¡Jesús, qué pajarraco tan feote!
-dijo la moza-. ¿Y ese animalote
Qué nombre es el que tiene?
-Es un cuervo –respondió el arriero–,
Embiste a las mujeres y es tan fiero
Que les pica los ojos, se los saca,
Y después de su carne bien se atraca.
Oyendo esto la moza y reparando
Que el cuervo se acercaba
Al carro donde estaba,
Tendióse en el colchón y, remangando
Las faldas presurosa,
Cara y cabeza se tapó medrosa,
Descubriendo con este desatino
El bosque y el arroyo femenino.
Al mirarlos Farruco, alborotóse:
Subió sobre el colchón, desatacóse,
Sacó… ¡poder de Dios, qué grande que era…!
Y a la moza a empujones
Enfiló de manera
Que del carro los fuertes enviones,
En vez de impedimento,
Daban a su timón más movimiento.
Y en tanto que él saciaba su apetito,
Ella decí: –¡Sí, cuervo maldito;
Pica, pica a tu antojo,
Que por ahí no me sacas ningún ojo!


Espero que ninguno de los que me leen se sienta ofendido con mi ligereza, jejeje, pero la verdad es que no pude evitar copiarlo aquí. Cabe mencionar que lo pongo tal cual aparece en mi libro. Y sí, de repente como que parece complicado de leer (por eso de la rima y algunas palabras medio poco usuales), pero la verdad es que es muy sencillo y no hay que ser un genio para entenderlo.

Además, creo que no es tan perverso como los cuentos del Marqués de Sade, quien en aquél entonces también me traía loquita (sí, soy una libertina, jajajaja… bueno, no siempre) y del que también recuerdo cierta parte del libro de Julliette que tiene que ver con un burro… demasiado enfermo como para platicarlo ahora.

En fin, regresando al Jardín de Venus, les digo que el resto de las historias son bastante similares en cuanto a la temática, pero muy variadas entre sí y casi todas muy entretenidas (digo casi todas porque sí hay una que otra que no me dejó muy convencida). Ojalá y se animen a leerlo y luego me platiquen que tal. Besos y hasta la próxima!!!

viernes, 8 de abril de 2011

Cosas de niñas.


Cuando era pequeña nunca me gustó jugar con muñecas, es más las detestaba. Mi mamá me compraba muchas barbies, pero todas estaban ahí, sin usar ni nada, viendo la vida pasar. ¡¡¡Y los tales nenucos!!! No sólo los odiaba sino que me aterraban, ¿Qué niña en su sano juicio querría juagar con esas cosas a ‘ser mamá’? Pues tal vez el resto sí, pero yo no.

A mí, por el contrario, me fascinaban las bicicletas, los patines, avalanchas, los carros a control remoto y las canicas (en el buen sentido ¿eh?), además de que podía pasarme horas jugando supernintendo (afortunadamente esta etapa de los videojuegos se me pasó como a los doce o trece años). Se decía que el gusto en cuanto a juegos en la niñez, define la orientación sexual de mayor, pero ¡¡no es cierto!! El que a mi me gustaran los juegos de niños no me hizo lesbiana (soy muy pero muy hetero XD).

Pero en fin, de eso no era de lo que quería hablar. Hace unos días, entré al cuarto de mi hermana (ella acaba de cumplir ocho años), y me fijé en su ‘casa de muñecas’, no pude evitar sentir curiosidad al ver la minuciosidad y dedicación con que tiene acomodada cada cosa y, sobre todo, los accesorios tan detalladas que en la actualidad acompañan a las monas estas. De inmediato pensé en escribir algo al respecto y que me pongo a tomar fotos:


¿A poco no está de mucha curiosidad? Aunque no son muchas fotos, pero en fin. Y podría finalizar así el post, pero como que quedaría muy insulso ¿no? Así que mejor comparto con ustedes mi pensamiento de que esta es una prueba más de lo opuestas que somos mi hermana y yo. Quizá esto se debe a que en realidad somos sólo ‘medias’ hermanas, como se suele decir; o sea, hijas de la misma madre, pero no del mismo padre (afortunadamente), además de la casi abismal diferencia de edades entre ambas (cuando ella nació yo ya tenía catorce así que ya se imaginaran mi berrinche de indignación).

Cabe mencionar que el gusto por las muñecas no es la única cosa en que somos opuestas. En el físico también nos diferenciamos muchísimo, tanto que han llegado a decir que no somos ni parientes; ella se parece mucho a mi mamá y yo no, porque yo heredé toda la fisonomía de la familia de mi padre; yo soy de tez muy blanca y mi hermana es más bien morena, ella tiene el cabello lacio y yo peleo con unos rizos impeinables a diario (por eso a veces ya ni me peino XD); ella tiene los ojos más grandes que yo y la boca de tamaño regular, a mi una hermana de mi madre me decía que, si me gustara maquillarme, no gastaría mucho en labial porque prácticamente no tengo boca que pintar (bueno, creo que esa era una exageración por parte de mi querida tía).

Y en fin, esos son sólo ejemplos físicos, pero en cuanto a personalidad hay mucho, mucho más. Sin embargo ahora no tengo ganas de quebrarme la cabeza tratando de descifrar por qué, si siendo hijas de la misma fulana, somos tan dispares. Tal vez algún día lo entenderé. Mientras seguiré peleando con ella XD Hasta la próxima!!!

miércoles, 6 de abril de 2011

Tu carne es su fantasía.

Y eso para mi suena como a canibalismo o un ‘perverso sexual’ muy perverso, pero ¡¡¡no!!! Esas dos cosas se quedan cortas. Resulta que hace unos días me topé con esta peli, El Ciempiés Humano, pero la neta es que así a simple vista no me llamó ni tantito la atención. Luego vi el tráiler por pura casualidad y ¡oh sorpresa! Por lo visto sí debí haberla comprado. Así que fui a buscarla y me dispuse a verla.

Claro que según yo ya estaba preparada para lo que me esperaba (nada puede sorprenderme, me dije muy ufanamente) pero, otra vez (por millonésima vez), me equivoqué. La contraportada del DVD deja muy claro de lo que va la película, nada normalita la trama (y eso que yo para eso de las rarezas me pinto sola). Un cirujano jubilado que se especializaba en separar siameses, proyecta una monstruosidad sin nombre. Se trata de unir a tres seres humanos poniendo la boca de uno en el ano de otro (¿me explico?), creando así una especie de ‘animal’ que camine a gatas; lo peor es que lo que coma el elemento A (por que para él son sólo elementos) pase por el B y lo deseche el C. Asqueroso y enfermo ¿no? Pues sí, quizá fue por eso que me llamó la atención.

Pero definitivamente lo mejor de la película es el doctor, interpretado por Dieter Laser; no, yo tampoco sé quien es. Sólo sé que la película es holandesa y supongo que el actor también. El punto es que su actuación es excelente, ya que prácticamente él lleva todo el filme pues los otros personajes son más bien circunstanciales, sólo una de las chicas tiene argumentos como tal y la ‘cabeza’ del ciempiés (un chico japonés) que se la pasa gritando improperios. Y regresando al doctor, es genial su actitud de insensibilidad, maldad… e impresionante crueldad. Aunque lo que no me gusta es que no tiene la sangre tan fría como debería y le ganan los sentimientos (de cólera y frustración, por supuesto). Pero ese cinismo suyo, sobre todo al decir sin reparos que él detesta a los seres humanos, me encantó.

Por otro lado, las limitaciones del experimento pues son muchas, dudo mucho que realmente alguien pueda sobrevivir a eso, ¿un alimento dos veces digerido?... bueno, hay que pensarlo un poco… Hay que tener un estomago muy fuerte para aguantarla. Calificada de grotesca, desagradable, asquerosa, escatológica… pero fascinante. Tal vez por el hecho de que hay que tener una mente muy pinche enferma para pensar una cosa así.

Pero de que la recomiendo, la recomiendo, a menos que seáis de muy poco aguante. Feliz ‘quiebre de semana’ y hasta la próxima!!!

lunes, 4 de abril de 2011

La triste y corta vida de Margarita Gautier.


Mujer de vida galante, hermosa y sensible, inspirada en la figura de Marie Duplessis, (que de hecho no sé quien fue, pero bueno). La Dama de las Camelias es un drama romántico del autor Alejandro Dumas (hijo), que comencé a leer hace cosa de un mes y que, contrario a mi carácter duro e insensible, sí me quiso dejar moqueando una que otra vez.

Cuando compré el libro, no conocía yo nada de la naturaleza de este, ya no digamos su argumento. Había leído ya dos grandes obras del padre: Los Tres Mosqueteros y El Conde de Montecristo, pero del hijo nada. Y para no morir ignorante pues que lo leo.

Para empezar ya desde el principio nos advierten que la historia terminará en tragedia y, a pesar de que el lenguaje es bastante formal, no me pareció aburrido y sí me dieron ganas de enterarme qué con el romance de una cortesana y un joven mozo. Vamos, no es que sea la primera historia como esta de la que me entero (ahí tenemos Moulin Rouge que, quitando la música y otras artes, es bastante similar), pero La Dama de las Camelias está rodeada de un halo diferente que la hace interesante.

Pues bien, un narrador ficticio comienza a decirnos quién era Margarita, cómo murió y cómo llegó él, este narrador, a enterarse del idilio amoroso que hubo entre ella y Armando Duval, amante de esta mujer. Luego, el mismo Armando toma el hilo de la historia y narra a detalle como fue su relación con Margarita; desde el momento en que la conoció y quedó ‘flechado’ por ella, pasando por todos los esfuerzos que tuvo que hacer para captar su atención y luego, la felicidad que vivió a su lado.

Pero ¡oh, demonios! Es de suponer que en este tipo de relaciones (las de hombre decente – mujer fatal) siempre imperará el demonio de los celos, y ¿cómo no? El hombre que se enamora de una cortesana debe tener el corazón muy frío o de plano, no amarla verdaderamente. En este caso, pues Armando no es de alta posición social, no tiene los recursos para mantener el tren de vida que Margarita lleva y, menos aún, para pagar las deudas de esta. Por lo tanto, ella accede a amarlo, pero no a ser ‘sólo suya’, ya que necesita de lo que sus otros amantes le remuneran para no caer en la desgracia… económica, claro.

Sin embargo, pasado algún tiempo, resulta que el amor de ambos es tan grande que uno se sacrifica por el otro y ella renuncia a su lujosa vida con tal de vivir junto a su amado. No obstante otras circunstancias los separan y ella se ve obligada a mentirle a Armando para que se aleje de ella y él (hombre corto de entendimiento en asuntos del amor, igual que todos los hombres –y espero que los que me leen no se sientan ofendidos XD-) se cree la historia y toma a Margarita por falsa y traicionera. Nada nuevo realmente en cuanto a engaños ‘sacrificiosos’ de este tipo.

Ella llevaba mucho tiempo enferma de los pulmones, y con la tristeza generada por no tener a su amado Armando junto a ella, se consume rápidamente hasta llegar a una muerte prematura. La última parte del libro consta de algunas cartas y un diario escrito por Margarita (prácticamente en total agonía), revelando todo lo que amaba en realidad al joven Duval y las razones que la llevaron a actuar de tal manera.

Finalmente, llego a la conclusión de que este es otro clásico que no debe faltar en el haber de cualquier lector, muy rosa, muy rosa, sí, (igualito que la cubierta del libro), y romántico, pero con ese toque de conmovedora y cruel tragedia que, me avergüenza confesar, hizo que me estremeciera en algunas capítulos.

Muy recomendable (si no detestan el romance) y, lo que siempre les digo, si la han leído no dejen de comentarme que tal, y si no, pues también, jeje. Un abrazo y hasta la próxima!!!

sábado, 2 de abril de 2011

De Gremlins y Furbys.


¿Quién no ha visto esa película ‘de terror’ que trata sobre un chico al que le regalan un animalito extraño cuyos únicos cuidados son no mojarlo y no darle de comer después de media noche? A mi me gustaba mucho, y recuerdo bien que el monito se llamaba Gizmo (o algo así se ha de escribir) y estaba divino!!! Pero como todo adolescente sin dos dedos de frente el escuincle no hizo caso y que lo moja, y entonces que se empieza a reproducir sin ninguna otra ciencia que la de expulsar bolitas de su propio cuerpo que de inmediato se convertirían en otros como él. Ah, pero resulta que estos nuevos animalitos no eran tan adorables y Rayita (el líder) manipula al muchacho para que les dé de comer a una hora inadecuada. Y tómala!! Que se hacen Re bien feos y más malos aún, es entones cuando se desata el terror. Sin dudas es un clásico, aunque hace años que no la veo, así que no recuerdo bien a bien la trama.


Luego, cuando iba en la primaria, como a mis nueve o diez años (si mal no recuerdo), salieron a la venta unos monitos llamados Furbys, muy similares a los gremlins (en su estado natural) y en el comercial de tv te prometían que te divertirías como nunca y jamás te volverías a sentir solo(a). Entonces Karlita, como toda niña mimada, gritó, berreó y pataleó para adquirir uno. Vaya, que cuando lo tuve en mis manos, perecía que no iba a necesitar nada más en mi vida para ser feliz… aunque claro que ese gusto me duró poco, porque a las dos semanas el furor por el mono ese ya se había disipado.

No sé porque siempre me quedé con la idea de que los Furbys habían sido creados a partir de los Gremlins, no sé si alguien más coincida conmigo. Lo que sí, es que habría sido genial que éstos también se reprodujeran con tan sólo unas gotas de agua.


El punto de mi entrada es que hace pocos tiempo mi mamá me vino con la sorpresa de que Furby había estado guardado en su caja por años y años (más de diez), completito, bien cuidado y a la espera de que las futuras generaciones lo conozcan. Debo reconocer que me entró la emoción y de inmediato le puse pilas para que mi Vlad lo viera. Al principio pensé que tantos años de inactividad habían resultado perjudiciales porque no más no reaccionaba y tuve que pichurrarle el botón de ‘reset’ un buen de veces, pero de repente ¡¡¡Waaaa!!! ¡¡¡Que la cosa empieza a hablar!!! Y aquí va un videíto casero que ‘filmé’ junto con mi bebé.




Supongo que todavía Vlad está muy chiquito para cuidar de él adecuadamente, así que con la pena del pingüino, este mono deberá esperar (¡¡aburriiiido!!) en su caja otros cuantos años a ser redescubierto. Hasta la próxima!!!
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