Mi blog de rarezas, lo que me pasa, lo que veo, lo que leo,
lo que escribo, lo que sueño, lo que pienso,
lo que siento, lo que hay, lo que me gusta y lo que no,
pero sobre todo mi amor por mi hijo,
entre miles de chifladuras más!

domingo, 17 de junio de 2012

De castrati, venganza y amor.



Hace mucho años que quería leer este libro, pero hace muy poco que volvieron a editarlo y hacerlo accesible (como todas las obras de esta señora). En general la historia va acerca de los jóvenes que durante el siglo XVIII eran castrados para hacer de ellos “estrellas” de la ópera; el protagonista es Tonio, un chico con una sórdida historia familiar que se ve obligado a vivir de una manera que nunca imaginó.

Pues bien, es hijo de un importante patricio en el Véneto y la segunda esposa de este, una chica cuyo vicio por el alcohol la tiene cada vez más perturbada. Luego el pasado de Tonio se revela y él es mutilado y enviado fuera de Venecia, puesto a cargo de un maestro castrato que lo convertirá en un gran cantante y lo llevará muy lejos (además de tirárselo y liarlo en una relación profesor-alumno un poco catastrófica). Claro que el chico se pone todo rebelde al principio por su malísima suerte y llora y todo lo demás, sin embargo decide que se vengará del que lo convirtió en un “fenómeno” (pues así se considera) no importa cómo lo haga ni cuanto se tarde en ello. Al final, la forma en que lo logra… ufff, justo como lo esperé.

Una de las cosas que más me fascina de Rice, no importa si se trata de brujas, vampiros o castrados, es que cuando sus historias se sitúan en tiempos pasados siempre logra transportarme a la época y al lugar. Tan es así que, casi siempre, me sumerjo tanto en la lectura que se me olvida donde estoy parada, y de repente ya me encuentro junto a los personajes (si no es que en el lugar de alguno de ellos), observando los lugares, sintiendo el frío o el calor o la lluvia o lo que carajos esté pasando… oliendo el ambiente.

Pueden decir que es mucha pinche locura mía, no sé, pero así me pasa. Y por lo general me pasa con la mayoría de sus libros (excepto los de la Bella Durmiente donde me costaba trabajo alucinarme porque mi mente estaba demasiado ocupada en imaginar tanta perversión bizarra… y eso que en lo de las perversiones ya andaba bien instruida, jeje). Pero el punto no es ese.

En este libro hay mucho amor gay, no apto para homofóbicos. Y también un poco de masoquismo ¿por qué no decirlo? La verdad es que eso me chocó un poco, arrrrgh, odio eso de las humillaciones voluntarias. Aunque sí, debo confesar que hay pasajes que resultan un poquito (sólo un poquito) excitantes… Y también debo decir que al principio no me quedaba bien claro como podían relacionarse íntimamente entre castrados (tuve que investigar cuales eran las consecuencias y secuelas de la castración para quitarme esas dudas).

Y el tema dominante, por supuesto, es la música. La música a un nivel que sí llega a parecer abrumador. Todos esos conceptos sobre la voz como instrumento musical y lo que se puede hacer o no con ella. Hum… hay momentos en los que parece más un manual que una novela. En fin, esas partecillas medio aburridas se compensan ampliamente con lo de más.

El final… pues el final me gustó. Digo, realmente la forma en que se va a vengar puede deducirse desde hartas páginas antes, pero creo que eso me mantuvo más atenta y a la expectativa de si sería como yo lo imaginaba o qué. Y bueno, no podía faltar un montón de deliberación filosófica de último momento (mientras la vida de uno está en las manos del otro) sobre la maldad humana, la muerte, la reconciliación con uno mismo y shalala y shalala.

Quizás volvería a leerlo, sólo por todas esas veces que me hizo soltar un grito de angustia o de sorpresa, o estar al borde de la lágrima… Ay ya, qué cursi soy. Total, supongo que tenía que hacer este post o sería como no haberlo leído. Jaja. Besos!!

martes, 12 de junio de 2012

“Y si el mar se convirtiera en aguardiente…


…en él me ahogara para morirme borracho” Oh sí, aunque yo preferiría que fuera chela o, en su defecto, tequila. Nunca me he embriagado con aguardiente, es más creo que en mi vida lo he probado.

Bueno, pues hoy salió el nuevo video de mi Bunbury-amor, titulado El Solitario (Diario de un Borracho). Y hay distintas cuestiones con esto. Para empezar es una canción que recuerdo desde que tengo uso de razón, y todo gracias a mi madre. Que ojo, que la recuerde no significa que me gustara, realmente es del tipo de música que jamás me fascinó, y ya por el mero hecho de pertenecer a ese género pues estaba muy pero que muy lejos de venir a caer a mi lista de reproducción.

Ahora Enrique viene a realizar este cover raro que me deja un sabor agridulce. Principalmente porque los arreglos musicales no son tan sorprendentes y ese querer ‘refrescar’ la rola pero sin borrarle la esencia, pues lamento decir que (por lo menos en mi opinión) no resultó tan, tan bien. Aunque claro, huelga decir que me gusta cómo la canta, su voz y su forma de interpretar son únicas con la canción que sea.

En cuanto al video, pues él siempre ha tenido esa fijación por las calaveras y en todos los videos de su último disco aparecen; pero en el que hoy nos ocupa… carajo, ¿o soy muy obtusa o qué? Porque de plano no más no entendí la relación entre las imágenes y la letra de la rola. Quizá es que el punto es ese, que no tenga nada que ver, pero pues pudieron meterle algo más interesante ¿qué no?

Y pues sí, aunque viejo, el Licenciado Cantinas sigue siendo guapo (¿o sólo a mi me lo parece?, jajaja). Total, yo insisto que después de haberse consagrado por tantos años a hacer un trabajo que lo ha puesto donde está, pues que haga lo que se le de la gana…

viernes, 8 de junio de 2012

Líos y distracciones.



Llevo meses diciendo que no voy a abandonar, pero parece ser que mi apatía es más grande. Además me he metido en tantos rollos últimamente que por lo general me paso la vida viendo cómo deshacer mis enredos… y termino más enredada. Pero al final lo que tiene solución se solucionará, y lo que no, pues bueno, ¿para qué cansarse si no se hallará ninguna?

¿Una rola? Pues esta me gusta desde la primera vez que la oí… es curioso que hasta hoy venga a cobrar sentido.

“Ella me dijo que no, la decepcioné, no lo hice nada bien, no consigo aprender, soy como un animal extraño devorándote. […] no es posible el amor como una destrucción. […] Por estar en cualquier parte salvo aquí fui un turista de la belleza, las cosas que uno hace para vivir y no perder la cabeza…”



Nota: el “nuevo look” de esta cosa no me gusta, me siento rara con este blogger tan diferente.
Free Bat MySpace Cursors at www.totallyfreecursors.com