Cuando todavía la noche
carga con nuestro silencio,
cuando todavía el cielo sin estrellas
está rasgado por nuestra pasión herida,
cuando la soledad se ahoga
con nuestras lágrimas de miedo,
cuando en la oscuridad se mueven
carga con nuestro silencio,
cuando todavía el cielo sin estrellas
está rasgado por nuestra pasión herida,
cuando la soledad se ahoga
con nuestras lágrimas de miedo,
cuando en la oscuridad se mueven
nuestros sueños moribundos
y nos alejan de alguna salida.
Cuando tu lejanía araña
mi impaciencia y la debilita,
cuando el de los ojos verdes
se traga mi alma
y en su sistema digestivo la marchita,
cuando mis manos están cansadas
de querer palpar lo etéreo
y de querer tocar tu risa,
cuando la luna se mete en el cielo
y se burla de mí y de mi decadente vida.
Cuando mi garganta se destroza
con gritos que no puedo gritar,
con gritos que no puedo gritar,
cuando mi demencia se emociona
extasiada con sueños y recuerdos
que no ha podido borrar,
cuando el vacío se acomoda
a modo de que yo siga cayendo
sin llegar nunca a un lugar,
cuando el tiempo se encapricha
y me roba la noción
dejándome sin nada
con lo que yo pueda contar.
Cuando los ojos del dulce ser se cierran
y los de un ángel también,
es cuando mi amor sigue allí intacto
y resuelto a no desaparecer.
Cuando tú, vida mía,
suspiras en el filo del anochecer,
mis ojos amenazan con cerrarse
y, tal vez, jamás volverte a ver.
1 comentario:
Me encantó!! Hay mucho sentimiento en el poema!!!
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