Mi blog de rarezas, lo que me pasa, lo que veo, lo que leo,
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martes, 28 de febrero de 2012

De Marius, el Hijo del Milenio.


Ya hace algunas semanitas que terminé de leer Sangre y Oro… o eso parece. Una entrega más de la crónicas vampíricas de la señora Anne Rice. En este caso se trata de la historia de Marius, el hijo del milenio, el mentor de Lestat (que no su creador, ojo). Obviamente no es la historia completita, ya que en Lestat el Vampiro, nos había contado que onda con su transformación y su búsqueda de la pareja real y todo ese choro. Afortunadamente, en este libro no se vuelve a repetir todo eso (que flojera me hubiera dado).

La historia comienza con Thorne, el Oyente, un vampiro escandinavo que había estado enterrado en una cueva muchos años y sale al exterior poco tiempo después de la masacre provocada por Akasha, la Reina de los Condenados. Se encuentra con Marius y éste, solo y desesperado por tener compañía, le empieza a contar su vida. A ratos me da la impresión de que algunas cosas que se cuentan aquí no cuadran con las que dicen otras entregas… pero no es como muy relevante.

A mi parecer, este es uno de los libros más completos de la saga. Aquí se reúnen todas las historias, contadas desde otro punto de vista. La de Lestat (o al menos la parte que tuvo que ver con Marius), la de Pandora y, por supuesto, la de Amadeo o Armand, su adorado pupilo y del que ya hablé por acá. Como dije antes, no se repite, y por lo tanto, todo resulta nuevo y envolvente.

La primera vez que yo lo leí fue hace años, cuando era novata en esto. No sé si se haya debido a que en aquél entonces tenía la cabeza muy ocupada por otras cosas o a que antes no había leído casi nada más de las crónicas, el punto es que, ahora que lo volví a leer, caí en la cuenta de que aquella primera vez fue como si no lo hubiera leído. Esta ocasión, redescubrí el libro, paladeé cosas de las que de plano no me acordaba y me dejé llevar por ese mundo vampírico que siempre me hace presa. ¿Qué puedo decir? No hay cosa que me guste más que estas criaturas y su sed de sangre, su vida nocturna, su inmortalidad y su eterno desconsuelo.

Por otro lado, descubrí que este vampiro… es un imbécil. Porque si, puede ser muy viejo, muy poderoso y sabio y todo eso. Pero es un imbécil. Y lo peor, es el primero con el que me identifico. Porque Marius se enamora con facilidad y entrega todo, todo… pero no se compromete. ¿De que me suena? Que vergüenza reconocer que compartimos las mismas bajas pasiones. Y engañamos para obtener lo que queremos y luego le echamos la culpa a los otros de nuestra soledad y abandono, cuando no hay más culpable que nosotros mismos. Sí, definitivamente su conducta me choca… porque es igual a la mía. Y de esto me di cuenta ya casi al terminar el libro. Aunque eso sí, pasar tantos siglos dándose de topes por una pérdida y luego volver a cometer el mismo error, ya es demasiado hasta para mí.

Aun con todo eso, el libro me encantó y volvería a leerlo sólo por disfrutar de las cosas que este vampiro nos cuenta de su existencia y de sus andanzas por el mundo. Oler y saborear la sangre a través de las páginas, sentir la brisa de las noches en Venecia e imaginar todo lo que de manera tan precisa nos describe. Sin duda, otra gran obra maestra de Rice, como siempre. Y, como siempre, me despido con un beso y un hasta la próxima!!!

1 comentario:

reptilio dijo...

Orale! pinta muy bien, me gusta cuando pasa eso de releer un libro y que se sienta nuevo :P se me antojo bastante pero igual me parece que si no lei aun los otros me voy a perder un poco

(que bueno que se fue la musica hahaha)

;D

Que sea una gran semana chica

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