Mi blog de rarezas, lo que me pasa, lo que veo, lo que leo,
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pero sobre todo mi amor por mi hijo,
entre miles de chifladuras más!

miércoles, 19 de mayo de 2010

Mi sueño más guajiro.


Todos desde que somos niños tenemos diferentes aspiraciones y sueños, conforme vamos creciendo nuestros sueños también. Hay sueños sencillos y otros más complicados; desde los que sueñan con ser médicos (arquitectos, chefs o lo que sea), los que sueñan tener una casa en la playa, viajar por todo el mundo, etc. Hay quien sueña con conocer a su artista favorito o con ser famoso o hasta con gobernar un país. Quizá alguien sueñe con vivir en la luna (literalmente, porque muchos viven en la luna, pero eso es otra cosa) o conocer otro planeta.

Están los sueños que de alguna forma se pueden cumplir aunque te cueste mucho trabajo y los que definitivamente, aunque te lleves la vida en ello, de plano son inalcanzables. El hombre desde siempre soñó con volar, hoy puede hacerlo, aunque no de forma libre como las aves, lo que sería ideal.

Les pregunté a dos de mis amigos y mi querido Villegas primero se fue por cosas irrealizables como ser invisible o viajar en el tiempo (lo cual no por qué me recordó una película con un DeLorean). Intenté que me dijera otra cosa pero creo que mi amigo se quedó sin sueños…o se fue a dormir para buscarlos.

Mi amiga (y colaboradora) Luna Blackwood primero me dijo que tal vez su sueño sea conocer al escritor García Márquez o a los del elenco de Harry Potter, o conocer Rumania. Luego dijo que le gustaría que todo el país (México) anulara su voto o dejara de pagar impuestos a modo de protesta y que el Vaticano clausurara, lo cual sería espectacular. Ah, y tener una foto con Sean Biggertaff (quien la verdad no estoy muy segura de quien sea).

Todo esto de los sueños lo pensé por una película que vi esta tarde, se llama Blow (Inhala, en México) y la protagoniza el hombre más guapo y perfecto del mundo, Johnny Depp, ¿quién más? Dice que está basada en hechos reales y trata acerca de un tío llamado George Jung que es narcotraficante. Pues bien, la peli te cuenta toda su vida y, algo curioso, casi al final mi amado sale viejo y panzón (nada atractivo, aunque si estuviera casada con él no me interesaría).

El punto es que la película es como el reflejo de mi más grande y loco sueño en la vida: ¡ser narco! Sé que es algo bastante loco, pero me parece genial: el peligro, estar todo el tiempo arriesgando la vida; los lujos, una vida clandestina y esplendorosa… quizá sea demasiado imprudente al decir esto, pero siempre he pensado que me encantaría. Aunque claro, está eso de hacerse rico a costa del sufrimiento ajeno, las muertes, amenazas y todo lo de más; eso es lo desagradable (muy desagradable), pero si yo fuera narco procuraría que no se distribuyera la mercancía a los niños y hacer muchas obras de caridad. Sí, por eso he dicho que es un sueño muy guajiro.

Y mi otro gran sueño (este es un poco más normal) es recorrer mi país (y si se puede el continente) en auto. Primero lo pensé en una moto, pero creo que sería demasiado incómodo. Así que mejor un auto, o tal vez una casa rodante. Ir por toda América sin preocupación alguna, conociendo lugares y mucha gente, tomando fotos de todo… mi viaje ideal.

Definitivamente es muy lindo soñar y es padre cuando tus sueños se cumplen. Les aconsejo que nunca dejen de soñar, eso sí, sin despegar los pies de la tierra. Y siempre hagan todo el fuerzo por alcanzar sus sueños (siempre que estos estén dentro del límite de lo posible). Sean muy felices. Y como dice una rola de Mago de Oz: cuando un sueño muere es porque se ha hecho real. Hasta la próxima!

1 comentario:

Lydia Blackwood dijo...

En efecto!! Jamás hay que dejar de soñar!!! Excelente post, ah.... y gracias por la entrevista en Twitter! jejejejejeje!

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