Me he dado cuenta que muy pocas veces le hago honor al título de éste blog y casi nunca hablo de Vladimir. Así que hoy decidí escribir un poco acerca de él y nuestras experiencias.
La primera vez que tuve a Vlad en brazos no supe qué hacer con él, No tenía ni veinte minutos de haber dado a luz y estaba cansada y hambrienta. Al parecer él también estaba hambriento porque no dejaba de llorar y yo no tenía idea de como alimentarlo... bueno, como hacer que comiera. Lo único que se me ocurrió fue cantarle la canción de Un Barquito de Cáscara de nuez, la cual sólo me sé gracias a que Enrique Bunury la canta. Y afortunadamente hizo efecto; cuando llegué al primer estribillo mi niño ya cerraba los ojitos y, al finalizar la canción, ya dormía apaciblemente.
La primera noche que pasé con él fue difícil mantener los ojos abiertos, me esforzaba y me esforzaba, pero no lo lograba. Lo peor es que tuvimos que pasar esa noche (y la siguiente) en el hospital y eso no era nada cómodo. Tome a Vladimir y, luego de darle de comer, me recosté y lo recargué en mi pecho, así nos quedamos dormidos los dos, pero no supe por cuanto tiempo porque llegó la enfermera y me regañó, que porque era peligrosísimo que hiciera eso, al quedarme dormida podía descuidarme y dejar caer a mí bebé. “¡Pero por Lestat!” Pensé yo, “¿cómo alguien va a ser tan estúpida para dejar caer a su bebé recién nacido?”. Sin embargo hice caso para evitarme problemas. Ya en la comodidad de mi casa y la anchura de mi cama seguí durmiendo así, con Vlad encima de mi, recargado en mi pecho. Incluso lo sigo haciendo hasta la fecha, pero ya no aguanto mucho tiempo porque cada día pesa más y de repente me corta la respiración.
La mejor forma de hacerlo dormir es mientras come, aunque también siempre me decían que eso era malo, pero la verdad es que más sencillo tanto para él como para mí. Aunque debo admitir que mi bebé sí está un poco mal educado porque, si yo no estoy a su lado, él no duerme ni la siesta. Cuando está de mal humor porque tiene mucho sueño, lo abrazo, lo arrullo y hago un sonido de shhh shhh shhh un tanto rítmicamente y eso también resulta muy bien para que se quede dormido.
Desde que llegó a casa el método diario es bañarlo (hubo un tiempo en que mi mamá ponía hojas de lechuga en el agua), luego darle de cenar y después de un rato él solito implora que lo dejen dormir. Hasta la fecha le sigo cantando la Canción del Barquito de Cáscara de nuez cada vez que se pone un poco insoportable y aún funciona. También, cuando se está quedando dormido, aprovecho para leerle un libro (ahora le estoy leyendo el segundo de Harry Potter), espero que eso, a la larga, sea beneficioso para él.
La verdad es que hacer que Vladimir se duerma no es muy complicado, por lo cual me siento muy afortunada y contenta, aunque eso sí, una vez que se durmió es difícil alejarme de él porque más tardo en salir de la habitación que en lo que él se despierta. Pero pues bueno, no todo puede ser perfecto. El simple hecho de mirarlo dormir es una cosa hermosa, a veces no me la creo ¿yo traje al mundo a ese bebé tan guapo? Jajaja, creo que soy un poco presuntuosa, pero no importa, Vlad se so lo merece. Y bueno, esa es mi experiencia con un bebé y cómo hacerlo dormir. Nos vemos la próxima!!!
La primera vez que tuve a Vlad en brazos no supe qué hacer con él, No tenía ni veinte minutos de haber dado a luz y estaba cansada y hambrienta. Al parecer él también estaba hambriento porque no dejaba de llorar y yo no tenía idea de como alimentarlo... bueno, como hacer que comiera. Lo único que se me ocurrió fue cantarle la canción de Un Barquito de Cáscara de nuez, la cual sólo me sé gracias a que Enrique Bunury la canta. Y afortunadamente hizo efecto; cuando llegué al primer estribillo mi niño ya cerraba los ojitos y, al finalizar la canción, ya dormía apaciblemente.
La primera noche que pasé con él fue difícil mantener los ojos abiertos, me esforzaba y me esforzaba, pero no lo lograba. Lo peor es que tuvimos que pasar esa noche (y la siguiente) en el hospital y eso no era nada cómodo. Tome a Vladimir y, luego de darle de comer, me recosté y lo recargué en mi pecho, así nos quedamos dormidos los dos, pero no supe por cuanto tiempo porque llegó la enfermera y me regañó, que porque era peligrosísimo que hiciera eso, al quedarme dormida podía descuidarme y dejar caer a mí bebé. “¡Pero por Lestat!” Pensé yo, “¿cómo alguien va a ser tan estúpida para dejar caer a su bebé recién nacido?”. Sin embargo hice caso para evitarme problemas. Ya en la comodidad de mi casa y la anchura de mi cama seguí durmiendo así, con Vlad encima de mi, recargado en mi pecho. Incluso lo sigo haciendo hasta la fecha, pero ya no aguanto mucho tiempo porque cada día pesa más y de repente me corta la respiración.
La mejor forma de hacerlo dormir es mientras come, aunque también siempre me decían que eso era malo, pero la verdad es que más sencillo tanto para él como para mí. Aunque debo admitir que mi bebé sí está un poco mal educado porque, si yo no estoy a su lado, él no duerme ni la siesta. Cuando está de mal humor porque tiene mucho sueño, lo abrazo, lo arrullo y hago un sonido de shhh shhh shhh un tanto rítmicamente y eso también resulta muy bien para que se quede dormido.
Desde que llegó a casa el método diario es bañarlo (hubo un tiempo en que mi mamá ponía hojas de lechuga en el agua), luego darle de cenar y después de un rato él solito implora que lo dejen dormir. Hasta la fecha le sigo cantando la Canción del Barquito de Cáscara de nuez cada vez que se pone un poco insoportable y aún funciona. También, cuando se está quedando dormido, aprovecho para leerle un libro (ahora le estoy leyendo el segundo de Harry Potter), espero que eso, a la larga, sea beneficioso para él.
La verdad es que hacer que Vladimir se duerma no es muy complicado, por lo cual me siento muy afortunada y contenta, aunque eso sí, una vez que se durmió es difícil alejarme de él porque más tardo en salir de la habitación que en lo que él se despierta. Pero pues bueno, no todo puede ser perfecto. El simple hecho de mirarlo dormir es una cosa hermosa, a veces no me la creo ¿yo traje al mundo a ese bebé tan guapo? Jajaja, creo que soy un poco presuntuosa, pero no importa, Vlad se so lo merece. Y bueno, esa es mi experiencia con un bebé y cómo hacerlo dormir. Nos vemos la próxima!!!
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