Llegó mi fecha favorita del año y, lamentablemente y gracias a mi DESinspiración crónica empeorada por la carencia de tiempo, pues debo decir que no tenía nada preparado para postear hoy. Peor tantito que es domingo, mi día de pura flojera, de no comer sanamente y de tenderme en el sofá con Vlad a ver películas. Pero con todo y eso no podía dejar pasar esta fecha sin una entrada conmemorativa a mi fascinación por las brujas, monstruos, vampiros y de más criaturas de la noche que hoy tienen carta blanca y son el tema principal en todos lados.
Pero bueno, así que digamos muy conmemorativa, pues no, aunque puedo conmemorar que hace un año estaba muy entusiasmada esperando a que mi hijo hiciera acto de aparición justo en este día. A esta hora ya estaba bañada y arreglada, con la maleta lista y poniendo atención a cualquier tipo de dolor de los que me decían que anuncian el parto. Me hacía mucha ilusión que mi hijo naciera el fin de año wicca justo a la media noche. Pero no, resultó que todavía le faltaban cinco días de cocción, ni modo. Sí nació a la media noche, pero del cinco de noviembre… bueno, ¿qué tanto es tantito?
Cabe mencionar que las festividades en este país ya son toda una mezcla muy caótica de las tradiciones gringas (originalmente celtas, que son las que a mi me laten) con las mexicanas; día de muertos, las ofrendas y de más, y no pienso ponerme a escribir aquí sobre los orígenes, el cuándo, el cómo y el por qué, ¿de qué serviría si eso se encuentra en miles de páginas especializadas XD? Aún así, a mi todo esto me encanta y adoro los disfraces, las sangre, las historias de terror… ¡¡los dulces!! (sobre todo los chocolates), sin lugar a dudas esta fecha me agrada mucho más que navidad y el día San Valentín juntas… mmm… de hecho San Valentín no me gusta, de no ser porque es el pretexto perfecto para comer chocolates.
A pesar de que mi mundo se ha pintado con colores claros y está lleno de objetos infantiles, no puedo dejar de lado mi fascinación por lo oscuro y de alguna manera siento el impulso de llevar a Vlad por el mismo camino, así que ya desde el viernes lo disfracé (pueden ver la foto en la parte derecha del blog) y salimos con todos los niños de la escuela a pedir dulces y supongo que mañana lo llevaré a ver a dónde, otra vez con su disfraz para que desde ahora empiece a tomarles cariño a estas festividades.
En fin, que releyendo lo que he escrito, me doy cuenta de que no he dicho nada realmente interesante, pero no importa, el punto era decirles ¡¡¡Feliz Halloween!!! Espero que tengan una noche escalofriante y si se encuentran con algún vampiro y los quiere morder, pues déjense, total, sólo es una noche al año. Ñaca ñaca ñaca, abrazos vampirezcos y hasta la próxima!!!
Pero bueno, así que digamos muy conmemorativa, pues no, aunque puedo conmemorar que hace un año estaba muy entusiasmada esperando a que mi hijo hiciera acto de aparición justo en este día. A esta hora ya estaba bañada y arreglada, con la maleta lista y poniendo atención a cualquier tipo de dolor de los que me decían que anuncian el parto. Me hacía mucha ilusión que mi hijo naciera el fin de año wicca justo a la media noche. Pero no, resultó que todavía le faltaban cinco días de cocción, ni modo. Sí nació a la media noche, pero del cinco de noviembre… bueno, ¿qué tanto es tantito?
Cabe mencionar que las festividades en este país ya son toda una mezcla muy caótica de las tradiciones gringas (originalmente celtas, que son las que a mi me laten) con las mexicanas; día de muertos, las ofrendas y de más, y no pienso ponerme a escribir aquí sobre los orígenes, el cuándo, el cómo y el por qué, ¿de qué serviría si eso se encuentra en miles de páginas especializadas XD? Aún así, a mi todo esto me encanta y adoro los disfraces, las sangre, las historias de terror… ¡¡los dulces!! (sobre todo los chocolates), sin lugar a dudas esta fecha me agrada mucho más que navidad y el día San Valentín juntas… mmm… de hecho San Valentín no me gusta, de no ser porque es el pretexto perfecto para comer chocolates.
A pesar de que mi mundo se ha pintado con colores claros y está lleno de objetos infantiles, no puedo dejar de lado mi fascinación por lo oscuro y de alguna manera siento el impulso de llevar a Vlad por el mismo camino, así que ya desde el viernes lo disfracé (pueden ver la foto en la parte derecha del blog) y salimos con todos los niños de la escuela a pedir dulces y supongo que mañana lo llevaré a ver a dónde, otra vez con su disfraz para que desde ahora empiece a tomarles cariño a estas festividades.
En fin, que releyendo lo que he escrito, me doy cuenta de que no he dicho nada realmente interesante, pero no importa, el punto era decirles ¡¡¡Feliz Halloween!!! Espero que tengan una noche escalofriante y si se encuentran con algún vampiro y los quiere morder, pues déjense, total, sólo es una noche al año. Ñaca ñaca ñaca, abrazos vampirezcos y hasta la próxima!!!