Desde antes de convertirme en atea acostumbraba a sentarme en un rincón oscuro, con un cigarrillo entre los dedos y los ojos pintados con kohl, esperando a que un vampiro viniera a darme la oportunidad que nunca tuvo y me arrancara de los brazos de mi madre como un monstruo de un cuento de hadas, pero eso jamás pasó. Ningún vampiro vino nunca a beber de mi sangre y arrastrarme a un hermoso Jardín Salvaje. Aun así siempre estuve enamorada de la noche y poco a poco mi alma mortal se entregó a la depravación de las horas nocturnas, descansando de día y desafiando de noche a mis pesadillas. No me expuse más a la luz natural, mi pálida piel era vulnerable y sólo soportaba el reflejo de la luna.
Pero un día me enteré que la luz la daría yo, que un pedazo de vida estaba creciendo en mí, llenando todo mi interior y expulsando a mis demonios, pequeños espíritus traviesos que fui recolectando en mis andanzas, dándoles asilo allí donde mi alma se iba desgastando. Con cada centímetro que aumentaba mi cintura, cada uno de ellos fue saliendo de mí y, sin tiempo de poder encontrar otro refugio, murieron al ser tocados por el aire. Busqué la inmortalidad y esta llegó a mí, sólo que sin sacrificar vidas humanas y sin ofrecer mi sangre como alimento. El vampiro que esperé toda mi vida no vino de lejos, sino desde mi propio interior y él será mi vida eterna.
Pero un día me enteré que la luz la daría yo, que un pedazo de vida estaba creciendo en mí, llenando todo mi interior y expulsando a mis demonios, pequeños espíritus traviesos que fui recolectando en mis andanzas, dándoles asilo allí donde mi alma se iba desgastando. Con cada centímetro que aumentaba mi cintura, cada uno de ellos fue saliendo de mí y, sin tiempo de poder encontrar otro refugio, murieron al ser tocados por el aire. Busqué la inmortalidad y esta llegó a mí, sólo que sin sacrificar vidas humanas y sin ofrecer mi sangre como alimento. El vampiro que esperé toda mi vida no vino de lejos, sino desde mi propio interior y él será mi vida eterna.
7 comentarios:
Me gustó mucho el primer libro de Anne Rice. Has elegido un bonito símil para hablar de Wladimir.
Un saludo
Qué linda entrada! Cuántas hemos esperado un vampiro que nos sacara de la vida normal y muchas los hemos encontrado en extraños lugares y la tuya tiene una carita hermosa.
Besitos
que romantico, la unica forma de ser inmortal
Me ha encantado tu entrada, es tal cual, un hijo nos cambia la vida en formas insospechadas... tan insospechadas como te pasó a ti, y todas distintas. Y como dijo La Diabla, es la única forma de ser inmortal (a menos que seas Beethoven o Shakespeare o Johnny Depp)
Saludos!!!
qué onda chicos!! Gracias por pasar!
@alcorze: la verdad es que este es el único caso en que prefiero la peli al libro, je. Vamos, crecí enamorada de Lestat y como que al leer el libro (ya en mi adolescencia), para mí, no superó la película.
@Aldhanax Swan:así es querida, por lo general nunca encontramos a esas criaturas donde se supone que deberían estar XD.
@La Diabla: sí, sé que, mientras siga teniendo descendencia a través de vlad, de alguna manera seré inmortal, jo.
@Ana Laura: jajajaja, pues está cañón superar a esos maestros... bueno, quizás Depp en un par de siglos ya no será recordado, pero los otros sí, je. Y tienes razón, yo nunca pensé que mi vida fuera a cambiar así con la llegada de mi hijo, pero ha sido hermoso.
Les mando besos y abrazos!!
¡Qué hermoso! Me hace pensar en Lestat, en Entrevista con el vampiro, en mí misma y en tí. Es maravillosos cuando nos damos cuenta de que al mezclar experiencias, nos viene algo tan extraordinario a la mente...♥
@Vale: gracias!! Mi vida es una mezla de belleza y oscuridad así que de ahí salió todo esto, mi inspiración es Vladimir, pero también los inmortales de Entrevista y,como tu dices, al mezclarlos resulta algo original XD. Salu2 y gracias por pasar!!
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