Me he percatado de que en las caricaturas, por lo general, o todo es absurdamente fácil o jodidamente complicado. Aunque en el caso de Candy creo que predomina lo segundo, ¿cómo puede ser posible que, cuando Terry se va, ella se sube en un carruaje y llega al puerto (tarde pero llega), en cambio, cuando se va ella, resulta que equivoca el camino y “se va para el otro lado”? ¡Que alguien me explique! Lo sé, es parte de la trama y de esa manera le ponen más emoción a la historia, pero es que la neta sí se me hizo un tanto ilógico.
Total que en su camino a South Hampton le pasa de todo, trabaja en una especie de hostal para poder comer, se topa con un hombre que la engaña y pretende venderla, luego con un granjero buena onda con el que se queda por un día (antes no se encontró con ningún pedófilo… ay, qué grosera soy). Va a parar con una familia de tres niños y su papá y es entonces cuando empieza a hacer sus pininos como enfermera, salvando a la niña más pequeña de morir de fiebre. Luego el padre de familia, en agradecimiento la recomienda con un amigo suyo que la llevará gratis a América (ja, sí, ¿cómo no?).
En fin, en el puerto conoce a un chico que es amigo de Terry y luego ambos, sin ponerse de acuerdo, se van de polizontes en el mismo barco. Obvio que los descubren y el capitán decide enviarlos de regreso en otro barco pero, por razones completamente inverosímiles (como siempre), cambian los planes y es llevada a América. Durante el viaje Candy funge como enfermera otra vez.
Al llegar a su destino la chica tiene más contratiempos, empezando por los problemas que le da una pandilla de “chicos rudos” que al final no le hacen nada porque el líder “casualmente” también conoce a Terry (de verdad el mundo es muy pequeño…). Tras mucha batalla por fin toma el tren rumbo a Michigan para ir al Hogar de Pony y ahí sí de verdad que casi me pongo a llorar porque por poco y se encuentra con Terry, pero ¡¡Oh, cruel destino que te has empeñado en hacer sufrir a esa dulce niña!! (ja, eso qué?). no conforme con el frío y la nieve, la única carreta que hay por ahí no se percata de su presencia y se va… ¡¡¡con Terry en ella!!! Eso sí que fue doloroso y desilusionante, buuu, pero lo bueno es que ella ni se entera. Y para acabarla cuando llega al orfanato resulta que el chico Granchester se acaba de ir de allí… buuu otra vez. Qué horrible!!!
Pues así es como Candy regresa al Hogar de Pony luego de abandonar vilmente al abuelo William (yo que él la desheredaba, je, por ingrata). Bueno la verdad es que esta parte de la historia no me pareció taaan emocionante… ¿o será que ya me siento medio apática porque me he adelantado y ya voy donde Terry se queda con la tal Susana? Quien sabe, pero sobre eso escribo luego porque ahorita hace frío…
Y una nota final, he tenido medio abandonado mi blog y no he comentado mucho en los suyos, pero es que he andado ocupada, prometo poner más empeño en apartar un tiempito para esto. Gracias por sus comentarios y no se olviden de mí. Hasta la próxima!!!
Total que en su camino a South Hampton le pasa de todo, trabaja en una especie de hostal para poder comer, se topa con un hombre que la engaña y pretende venderla, luego con un granjero buena onda con el que se queda por un día (antes no se encontró con ningún pedófilo… ay, qué grosera soy). Va a parar con una familia de tres niños y su papá y es entonces cuando empieza a hacer sus pininos como enfermera, salvando a la niña más pequeña de morir de fiebre. Luego el padre de familia, en agradecimiento la recomienda con un amigo suyo que la llevará gratis a América (ja, sí, ¿cómo no?).
En fin, en el puerto conoce a un chico que es amigo de Terry y luego ambos, sin ponerse de acuerdo, se van de polizontes en el mismo barco. Obvio que los descubren y el capitán decide enviarlos de regreso en otro barco pero, por razones completamente inverosímiles (como siempre), cambian los planes y es llevada a América. Durante el viaje Candy funge como enfermera otra vez.
Al llegar a su destino la chica tiene más contratiempos, empezando por los problemas que le da una pandilla de “chicos rudos” que al final no le hacen nada porque el líder “casualmente” también conoce a Terry (de verdad el mundo es muy pequeño…). Tras mucha batalla por fin toma el tren rumbo a Michigan para ir al Hogar de Pony y ahí sí de verdad que casi me pongo a llorar porque por poco y se encuentra con Terry, pero ¡¡Oh, cruel destino que te has empeñado en hacer sufrir a esa dulce niña!! (ja, eso qué?). no conforme con el frío y la nieve, la única carreta que hay por ahí no se percata de su presencia y se va… ¡¡¡con Terry en ella!!! Eso sí que fue doloroso y desilusionante, buuu, pero lo bueno es que ella ni se entera. Y para acabarla cuando llega al orfanato resulta que el chico Granchester se acaba de ir de allí… buuu otra vez. Qué horrible!!!
Pues así es como Candy regresa al Hogar de Pony luego de abandonar vilmente al abuelo William (yo que él la desheredaba, je, por ingrata). Bueno la verdad es que esta parte de la historia no me pareció taaan emocionante… ¿o será que ya me siento medio apática porque me he adelantado y ya voy donde Terry se queda con la tal Susana? Quien sabe, pero sobre eso escribo luego porque ahorita hace frío…
Y una nota final, he tenido medio abandonado mi blog y no he comentado mucho en los suyos, pero es que he andado ocupada, prometo poner más empeño en apartar un tiempito para esto. Gracias por sus comentarios y no se olviden de mí. Hasta la próxima!!!
3 comentarios:
¡Tantos desencuentros!! Mire que nos hacía sufrir Candy, increíble que me gustara tanto (y me siga gustando). :D
@Ana Laura: me imagino que el gusto por estas cosas es difícil de hacer a un lado y te lo digo yo que detesto ñas ñoñerías y aún así me gana Candy XD. Saludos y gracias por pasar!
Yo quiero saner si el bebe nace de dia o de noche pero el 31 de octubre que rriesgos puedo tener y a lo que lei no me gusta hallowen por que es de satanas y es algo enfermo
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