Sueños de Night Club.

Otro de mis grandes sueños (aparte del de ser narco y aparte del de recorrer todo el continente en una casa rodante) es ser estrella en un club nocturno. Claro que esto surgió a partir de Moulin Rouge, y ahora que vi Burlesque (bueno, hace ya casi un mes) pues ya me vi cantando “los diamantes son los mejores amigos de una mujer…”.

¿Qué acaso no puedo tener sueños normales? Pues no sé, sólo sé que ya sea en el Paris de 1900 o en Los Ángeles de la época actual… o quizás el Chicago de los 20’s (película que, irónicamente, vi por primera vez hace sólo un par de días) ese bajo mundo lleno de música y luces me es tan atrayente como la figura de Ewan McGregor en el papel de Christian cantando “all you need is love”.

Pero ¿qué tienen de fascinante los clubes nocturnos? Ah pues, según yo, ser una ‘chica mermelada’ es la forma más pura de demostrar tus dotes artísticas y que sean apreciadas. En el caso de Satine tener una voz impresionante y que sea lo que más brille cuando está en el escenario; yo, no soy una mal cantante (he ganado unos poquitos de concursos), pero probablemente nunca llegue a educar tanto mi laringe como para alcanzar notas del nivel de Christina Aguilera… o de La Sirenita aunque sea.

Muchas veces me llegué a imaginar que estaba vestida con corsés apretadísimos y bailaba junto con personajes de esos que son considerados la escoria de la sociedad (¿según quién?). Creo que eso se llegó a convertir en un sueño erótico… casi. Tal vez se pueda ver sólo como depravación y diversión, pero para mí es mucho más que eso.

Moulin Rouge representó el nacimiento de mi sueño y Burlesque me hizo pensar que igual y se puede seguir teniendo fe en que algún día (esperemos que no muy lejano) pueda yo llegar a ser, por lo menos, una Tess (el personaje de Cher) y abrir un lugar así para deleite de mi misma y de todos aquellos que, como yo, tengan una sana fijación por estas cosas. ¿A alguno de ustedes le gustaría trabajar conmigo?