Vladimir ya comienza a pararse solo. Ya lo dejo en la alfombra y él solito hace su desmadre (no creo que ningún niño necesite ayuda para eso). Hace rato tiró toda la leche en la mesa y luego estaba salpicando todo con su pequeña manita… Ay, qué rápido crecen. Ups… creo que soné a madre anticuada, pero es que es la verdad. Cuando lo traje del hospital apenas si se movía, sólo tenía que abrazarlo y darle de comer para tenerlo feliz, y ahora… ahora no se está quieto un solo instante, ya se golpeó la cabeza, pero parece que no le duele o, si le duela, al segundo se le pasa. Viene por unos besos de mamá y luego, adiós, me marcho para seguir jugando y explorando el mundo. Bueno, por lo menos es el mundo dentro de casa, donde lo puedo ver. No quiero pensar qué pasará cuando me diga “mamá, voy a la calle con mis amigos” o “madre, voy por fulanita para llevarla al cine”. Nooooo!!! “Pero si yo te puedo llevar al cine” le diré, y entonces él me dejará en la puerta toda frustrada y a punto de la lágrima, pensando en si fulanita será lo suficientemente buena y merecedora de mi pequeño vampiro que, por lo visto, ya se habrá convertido en todo un antiguo (según el lenguaje vampírico). Bueno, creo que me estoy adelantando mucho, pero es que así me siento.
Todo lo contrario a cuando está durmiendo en mis brazos, tan tierno e inocente. Parecería que no rompe ni un plato y, quien lo viera, sería incapaz de pensar que ese “angelito” alguna vez se podría hacer merecedor de un regaño. Podría pasarme las noches enteras mirándolo dormir y besando su adorable frentecita, porque entonces se me olvida que ese niño, cuando está despierto, rompe todo lo que se encuentra a su paso, aprieta los botones de mi computadora cuando me descuido (creando un gran desastre a veces) y me despierta ya sea jalándome el pelo o dándome de golpes, en el mejor de los casos me muerde (esa es su manera de besar).
Sin embargo no lo cambiaría por nada (lógico). Él es mi único motivo para despertarme cada mañana y seguir viviendo. Él es la única persona que en los peores momentos me puede arrancar una sonrisa o una lágrima sin estar triste, sino de puro orgullo felicidad. Él y sólo él, me orilla a pensar en un mañana y a querer ser mejor. Él con su sonrisa me ilumina la vida. Él, simplemente, ES MI VIDA. Y no me importa cuantas veces se tire la papilla encima, cuantas veces me cierre un documento que he venido escribiendo y sin haberlo guardado, o cuantas veces mi madre me regañe porque le rompió una de sus macetas (buano, eso aún no pasa, jeje, pero seguro pasará). Me imagino que esto es el dichoso “amor de madre”, absolutamente incondicional y eterno; en fin, yo sólo sé que lo amo y punto.
Por eso titule esta entrada Satisfacción vs Miedo, porque me siento increíblemente satisfecha de verlo crecer, de que, a sus nueve meses, esté tan despierto y sano, sobre todo sano. Me imagino que el hecho de que sea tan travieso quiere decir que no hay nada mal en él, que está creciendo bien. Aprende rápido, es muy inteligente, lo cual me hace sentir mucho muy orgullosa. Pero… (sí, hay un pero), así mismo siento miedo. Miedo de no poder disfrutarlo al cien por ciento, miedo de que crezca tan rápido, miedo de que un día ya no tenga a quien cuidar y a quien regañar. La terrible “Ley de la Vida”. Ni modo. Sólo puedo abrazarlo y basarlo lo más que pueda durante los próximos 18 años (bueno, ya casi 17), que será mío… aunque dudo mucho que por eso de los once o así me siga dejando hacer eso.
Todo lo contrario a cuando está durmiendo en mis brazos, tan tierno e inocente. Parecería que no rompe ni un plato y, quien lo viera, sería incapaz de pensar que ese “angelito” alguna vez se podría hacer merecedor de un regaño. Podría pasarme las noches enteras mirándolo dormir y besando su adorable frentecita, porque entonces se me olvida que ese niño, cuando está despierto, rompe todo lo que se encuentra a su paso, aprieta los botones de mi computadora cuando me descuido (creando un gran desastre a veces) y me despierta ya sea jalándome el pelo o dándome de golpes, en el mejor de los casos me muerde (esa es su manera de besar).
Sin embargo no lo cambiaría por nada (lógico). Él es mi único motivo para despertarme cada mañana y seguir viviendo. Él es la única persona que en los peores momentos me puede arrancar una sonrisa o una lágrima sin estar triste, sino de puro orgullo felicidad. Él y sólo él, me orilla a pensar en un mañana y a querer ser mejor. Él con su sonrisa me ilumina la vida. Él, simplemente, ES MI VIDA. Y no me importa cuantas veces se tire la papilla encima, cuantas veces me cierre un documento que he venido escribiendo y sin haberlo guardado, o cuantas veces mi madre me regañe porque le rompió una de sus macetas (buano, eso aún no pasa, jeje, pero seguro pasará). Me imagino que esto es el dichoso “amor de madre”, absolutamente incondicional y eterno; en fin, yo sólo sé que lo amo y punto.
Por eso titule esta entrada Satisfacción vs Miedo, porque me siento increíblemente satisfecha de verlo crecer, de que, a sus nueve meses, esté tan despierto y sano, sobre todo sano. Me imagino que el hecho de que sea tan travieso quiere decir que no hay nada mal en él, que está creciendo bien. Aprende rápido, es muy inteligente, lo cual me hace sentir mucho muy orgullosa. Pero… (sí, hay un pero), así mismo siento miedo. Miedo de no poder disfrutarlo al cien por ciento, miedo de que crezca tan rápido, miedo de que un día ya no tenga a quien cuidar y a quien regañar. La terrible “Ley de la Vida”. Ni modo. Sólo puedo abrazarlo y basarlo lo más que pueda durante los próximos 18 años (bueno, ya casi 17), que será mío… aunque dudo mucho que por eso de los once o así me siga dejando hacer eso.
8 comentarios:
Es lo que tienen los hijos, que se convierten en lo más importante para nosotros. Yo tengo uno de cinco años y una niña de diez meses y se te pasa el tiempo volando con ellos. El de cinco años me parece que era ayer cuando lo llevaba en brazos jajaja
Disfruta con tu nene y no tengas miedo por el futuro porque lo que tenga que ser será y nosotros (los padres) sólo podemos intentar educarlos bien y quererlos mucho para que sean buenas personas
@alcorze: Pues sí, la verdad es que tienes muchísima razón, el tiempo pasa muy rápido y debemos disfrutar lo más que se pueda y esforzarnos en cuidarlos y educarlos.
Pero son lo mejor. Salu2!!
Una vez leí un poema que decía algo así como "tus hijos no son tus hijos, son hijos de la vida" y no lo entendí cabalmente hasta no tener los míos. Cuando nació mi niña que tiene ahora casi 7 me dijeron. Disfrutala porque el tiempo se pasa volando! y es cierto, ahora también tengo uno de 2 años y medio y es increíble cómo lo disfruto aun el doble- aunque parezca malo decirlo- pero es que el primero como dices, te presenta tantos miedos. Yo encima soy muy sobreprotectora y por eso digo que con la primera me curé de espantos en todo: golpes, cortaduras, travesuras, etc. jaja pero así son y así te alimentan.
@Pabela: en efecto, yo también soy muy sobreprotectora y por lo general no dejo que lo toque ni el aire. Pero ya me regañaron por eso y, pues sí, él tiene que aprender muchas cosas por sí sólo y habrá momentos en que no podré evitarle los malos tragos. He ahí el lado malo de las cosas.
Gracias por seguir entrando acá. Un saludo!!
Yo siempre digo que nunca tuve miedo hasta que nacieron mis hijas. No hay nada que me haga más vulnerable.
Un saludo grande y, para no ser diferente, te digo lo que te dicen todos y tienen razón: ¡disfrútalo mucho a tu vampirito que crecen demasiado rápido!!!
@Ana Laura: pues que te digo?? Cómo no sentir miedo ante una cosa tan impresionante como un pedazo de nosotras mismas. Y claro que lo estoy disfrutando, con decirte que le saco fotos a diestra y siniestra, jeje. La verdad es que soy afortunada de poder estar todo el día con él y cuidarlo.
un saludo!!!
Cuando tu hijo se convierta en un adolescente quiero que escribas una entrada tan amorosa como esta...
Uno los sigue amando, pero te puedo asegurar que te vuelven loca. Si alguien necesita un anticonceptivo eficaz, que pase cinco días en la casa donde viva un adolescente!
;-)
Jajajajaja!! Ok, entonces procuraré estar preparada para cuando eso pase, mientras, a disfrutar todo lo que se pueda usando algún otro método anticonceptivo XD
Un saludote!!
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